Viejas polémicas por el uso del avión sanitario de la provincia
Los gobernadores Julio Miranda, José Alperovich y Juan Manzur debieron soportar turbulencias por el empleo de las aeronaves de la provincia.
La reciente utilización del avión sanitario de la provincia para trasladar a una adolescente y a su abuela desde Mar del Plata, en donde la estudiante sufrió una descompensación durante su gira de egresados, puso en el medio de la discusión política al Lear Jet 60, matrícula LV-CKA, que durante los últimos años estuvo envuelto en polémicas debido al uso político que le dieron los ex gobernadores José Alperovich y Juan Manzur. Fue el actual ministro del Interior, Darío Monteros, quien intentó despegar a la nueva gestión del gobernador Osvaldo Jaldo, al asegurar que «ahora el avión sanitario cumple esa función en un 100%. Gobernador y funcionarios tomarán vuelos comerciales».
El funcionario jaldista empleó la red social Twitter para establecer diferencias y asegurar que “hoy, Malena y su abuela volvieron de una internación y ya se encuentran en sus hogares. Las palabras convencen, pero el ejemplo arrastra”.
El historial de aviones sanitarios y provinciales comenzó hace más de dos décadas y, desde ese entonces, Tucumán contó con un Turbo Twin Commander 690 A (matrícula LV-LTY), un Piper PA-18 (matrícula LV-HZP), un Piper PA-31P Navajo (matrícula LV-JZT), un Cessna Modelo 550 Citation Bravo y el Learjet 60 XR, actualmente en funcionamiento. Los dos últimos fueron adquiridos con destino sanitario y también uso ejecutivo.
El Piper Navajo, que hizo traslados hasta 1995 y en 2000, fue llevado junto al Turbo Commander a reparar en el aeropuerto de San Fernando, por el entonces gobernador Julio Miranda. Pero una disputa entre la provincia y la firma encargada del mantenimiento llevó a una espera de nueve años para poder recuperarlos. Pero solo volvió el Turbo Twin Commander, que a los pocos meses se rompió de nuevo y dejó de volar.
El uso de los aviones sanitarios durante los gobiernos de José Alperovich
En 2010, el ex gobernador Alperovich compró el Learjet 60XR, el más caro y lujoso de la flota, que costó U$S 7.800.000, casi $ 6 millones más de lo que le había autorizado meses antes la Legislatura. En ese momento, el mandatario prometió vender los otros dos aviones, pero el Turbo se quedó oxidando hasta 2015 y el Piper permaneció 15 años en San Fernando en calidad de chatarra.
Las denuncias por falta de disponibilidad del avión sanitario se multiplicaban y en enero 2011 Eduardo Manzano, su mujer y dos hijas sufrieron un terrible accidente en Chaco y requirieron, sin éxito, una aeronave estatal.
En octubre de 2012 la familia Caciccio Fernández pidió el avión para trasladar a Morena, su beba de 10 meses, a operarse en Buenos Aires, y denunciaron que tampoco estaba disponible. Referentes opositores acompañaron esos reclamos.
Estas polémicas derivaron en que la Legislatura regulara, en 2010, el uso de la flota. La Ley N° 8.350 autorizó finalmente a los aviones y al helicóptero a realizar vuelos oficiales, particulares gratuitos y particulares privados. En cuanto a estos dos últimos tipos, sólo se prevé en ocasiones excepcionales. “Dispónese que las aeronaves del Estado Provincial estarán afectadas a su utilización para traslados oficiales y sólo excepcionalmente para traslados privados», establece su artículo 1° de esa normativa.
Las polémicas desatadas por el avión sanitario durante la gobernación de Juan Manzur
Aunque pasaron los años, el uso de los aviones volvió a ponerse bajo la lupa de la opinión pública y de la oposición. Fue es el primer cuestionamiento fuerte durante la primera gestión del Gobierno de Manzur. Sucede que el 4 de diciembre de 2015, el entonces ex mandatario Alperovich empleó una de las aeronaves oficiales para retornar de Capital Federal, tras jurar como senador nacional. Las especulaciones se abrieron, entonces, en torno a si podía o no hacerlo.
Según fuentes de la Casa de Gobierno, que ratificaron en ese entonces la información, Alperovich estuvo a bordo de uno de los aviones. Añadieron también que contaba con la autorización de Manzur y que ese día no hubo pedidos para que se concreten vuelos sanitarios.
“No hay vuelos secretos. Todos quedan registrados. No se puede volar y que no se sepa”, aseguraba el secretario general de la Gobernación, Pablo Yedlin, que tenía a su cargo el área de Aeronáutica. También aclaró que nadie en Tucumán se quedó sin la posibilidad de volar porque algunas de las aeronaves haya estado ocupada por un vuelo oficial. “No es una cuestión de suerte (el poder acceder). En el caso de que se estén reparando o estén ocupadas, se alquila un vuelo sanitario”, advirtió.
En defensa del uso de los aviones oficiales, Yedlin continuó diciendo que “algunos hacen usos irresponsables del tema y la gente se preocupa. Cada vez que hay un vuelo de un funcionario, se cree que se va de vacaciones. Aquí se trata de un vuelo solicitado por un senador nacional que fue aprobado. Hay malentendidos a veces con el uso oficial. La gente cree que está mal, porque se dice que son sanitarios los aviones. Y son para ambos usos”.
En septiembre de 2019, Manzur usó el avión de la provincia para buscar a dos funcionarios de Buenos Aires (el diputado Fernando Espinoza y la intendenta de La Matanza, Verónica Magario, ambos de Frente para la Victoria) y traerlos para un acto proselitista en Tucumán. Luego los regresó y el avión volvió sin pasajeros. Eran días de la campaña electoral que llevó a Alberto Fernández a la presidencia de la Nación.
Días después, dos legisladores opositores denunciaron penalmente a Manzur. La Ley 8350 regula el uso de las aeronaves de la Provincia de Tucumán. Debieron pasar dos años para que la fiscala María Rivadeneira opinara que, según la Ley 8.350, los funcionarios no debían justificar para qué usaban los jets del Estado. Ese dictamen dio pie al cierre de una causa penal abierta en contra Manzur, y los dirigentes bonaerenses Magario y Espinoza.
Luego de ser consultado sobre las críticas y denuncias realizadas por la oposición por el uso del avión sanitario con fines políticos, el mandatario insistió: «siempre la gente habla, pero hay algunas cuestiones que hay que precisar. Hay que entender que, en los tiempos actuales, estas herramientas de trabajo sirven para poder cumplir con los objetivos de la Provincia».
Tampoco hay que olvidar que a finales de 2020, Manzur había enviado a la Legislatura un proyecto de ley para que se autorice la compra de un tercer avión para uso oficial por hasta U$S 4,5 millones. La iniciativa del PE era para adquirir un Learjet 60XR usado (con fecha de fabricación posterior a agosto de 2007), llevaba la firma del mandatario y del ministro de Economía, Eduardo Garvich. Pero el momento sanitario que vivía el país dejó la idea en un deseo inconcluso, pese a que la argumentación del entonces gobernador sostenía que la sanidad requería otro avión.
Fue a comienzos de septiembre de 2021, cuando otra vez el avión quedó en el centro de las disputas, después de que Juliana Ibarra, la mamá de «León», un pequeño que padecía un cáncer terminal y que deseaba regresar a la provincia desde Buenos Aires denunciara dilaciones para concretar el traslado. «Necesita el avión sanitario para regresar. Pero desde Tucumán me dijeron que sí o sí hay que esperar la emergencia de un niño que salga hacia Buenos Aires. Nos ofrecieron una ambulancia, pero ya el sólo andar de la silla de ruedas le genera dolor; ni hablar un viaje tan largo», le había dicho Ibarra a LAGACETA, en una comunicación telefónica.
En octubre de 2021 llegó el vuelo que más expuso a Manzur por el uso político del avión de la provincia ya que lo empleó para viajar desde Tucumán a Nueva York, mientras estaba de licencia de la gobernación y se desempeñaba como jefe de Gabinete de la Nación. Según los registros oficiales, viajó en el avión oficial tucumano Lear Jet 60, matrícula LV-CKA, con paradas intermedias en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) y Barranquilla (Colombia).
Cuestionado por el Senado, el informe de gestión que brindó Manzur, en su primer mes como funcionario nacional, fue apenas esclarecedor. En una sola respuesta, la JGN indicó que “no se encontraban disponibles vuelos comerciales con destino a la ciudad de Nueva York con fecha de ida el 14 de octubre de 2021 y fecha de regreso el 16 de octubre cuyos horarios fueran compatibles con la agenda de actividades del señor Jefe de Gabinete de Ministros, tanto en la Argentina como en la ciudad de Nueva York”. También se consignó que, a través del Decreto N° 2.526/2021, del 12 de octubre de 2021, el gobernador interino Jaldo había autorizado el uso del avión para la misión oficial (se publicó en el Boletín Oficial de Tucumán N° 30.083).
Por otra parte, sin brindar cifras, se informó que la JGN abonó los servicios de combustible, handling, rampas y catering y accesorios del vuelo en cuestión, así como los viáticos correspondientes a Manzur y a la entonces Secretaria de Medios y Comunicación Pública, Valeria Berta Zapesochny. Además, se indicó que formaron parte de la comitiva la secretaria privada de Manzur, Vanesa Verónica Demarziani, y su esposa, Sandra Mariela Mattar Sabio.
La periodista Virginia Robetto inició en octubre de 2021 una solicitud de acceso a la información pública (Ley 27.275) para que la JGN desagregue todos los costos que tuvo el viaje de Manzur. La requisitoria fue respondida parcialmente el 27 de diciembre y en su totalidad el 6 enero de 2022. La JNG detalló que en el circuito administrativo de pago se encontraban diversas facturas vinculadas a los servicios de combustible, handling, rampas y catering y accesorios al mencionado vuelo por U$S19.224 y U$S20.187,60, emitidas a la firma Royal FBO Service. Además, la oficina indicó que abonó viáticos únicamente a Manzur por U$S1.596 y $166.383. Se consignó que las sumas antes mencionadas corresponden al período transcurrido entre las 11 del jueves 14 de octubre y las 22 del sábado 16.
Fuente: LA GACETA