Buscan una decena de máquinas textiles industriales extraviadas durante la gestión de Germán Alfaro
Una nueva denuncia pesa sobre la extinta gestión de Germán Alfaro al frente de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán. Desde el Sindicato de Camioneros de Tucumán reclaman la restitución de 10 máquinas textiles industriales, que les debían ser transferidas en agosto de 2022. Sin embargo, transcurrido más de un año, nada se sabe del paradero de las mismas.
El equipamiento fue entregado al Municipio capitalino en comodato por la Fundación TAJAMAR, en el marco del programa “fortalecimiento de trabajadoras argentinas del sector informal a través de las economías social y solidaria, para el abastecimiento de insumos básicos de protección a profesionales del Sistema Sanitario Nacional”. Una iniciativa ideada por la Agencia Española de Cooperación y Desarrollo (AECID) con el objetivo de proveer al personal sanitario provincial de elementos de bioseguridad (barbijos, camisolines, cofias, etc) para su lucha contra el COVID-19.
El proyecto de cooperación internacional también incluía a las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Misiones. Y en Tucumán alcanzó a mujeres de localidades como Colalao del Valle, El Bañado, El Arbolar y Ampimpa.
El convenio fue firmado el 10 de marzo de 2022 por el presidente de TAJAMAR, Javier Calviño Pazos y por la entonces directora de la Casa de la Ciudad, Diana Mizrahi, en representación de la Secretaría de Desarrollo Social y Cultura. En ese lugar (Catamarca al 900) se llevarían adelante las capacitaciones, según informó el propio Municipio en su portal web. El día de la puesta en marcha, estuvo presente la senadora Beatriz Ávila en representación de su marido Alfaro.
En el documento, además de detallar el equipamiento facilitado, se establecía la fecha de finalización del programa (27 de agosto del mencionado año). Antes de la fecha límite, la fundación hace oficial su intención de transferir las máquinas al Sindicato de Camioneros de Tucumán, que preside César Torres. Al mismo tiempo, se notifica a la Municipalidad sobre los nuevos términos que, hasta el día de hoy, siguen sin cumplirse.
El 27 de agosto, a modo de concluir el proceso, desde la organización se envió una carta de felicitación al secretario general de Camioneros para destacar el trabajo realizado por el gremio, desde el que participaron activamente del programa llegando a prestar sus instalaciones y maquinaria propia para la formación y la elaboración del material cuya responsabilidad original era del Municipio. “Quisiera, pues, que le quedara constancia de que el Sindicato en Tucumán hay un equipo de profesionales que han hecho una labor magnifica, como pudimos entrever a lo largo de todo el proyecto”, destacó Calviño Pazos.
Natalia Carrizo, secretaria de la Mujer Familia, Discacpacidad y DDHH del gremio, habló de la situación con eltucumano. Entre otras cosas, aseguró que las máquinas donadas jamás se utilizaron durante el proyecto y que, además, debieron pagar de su propio bolsillo a las capacitadoras, pese a que la Municipalidad recibía los fondos para cubrir ese costo.
“Diana Mizrahi me contacta para que hagamos todo el trabajo. Ella trabajaba con nosotros y era como que nosotros trabajábamos para ella”, señaló sobre la vinculación del sindicato con el Municipio. A su vez, confirma lo más grave de todo: “Nunca ocupamos las máquinas, nunca las usamos”.
Equipamiento donado extraviado:
– 1 (una) máquina bordadora computarizada
– 3 (tres) máquinas cortadoras eléctricas
– 4 (cuatro) máquinas manuales para la colocación de broches
– 1 (una) máquina de coser recta eléctrica automática 500 ppm
– 1 (una) máquina overlock cinco hilos 5000 ppm motor bajo consumo
Las 10 máquinas industriales donadas por TAJAMAR, aseguran, jamás vieron la luz. Carrizo denuncia, además, que las capacitaciones tampoco se realizaron en la sede de la Casa de la Ciudad, sino un taller de costura que el sindicato posee en el cuarto piso de su sede céntrica, en Catamarca 841, a metros del edificio municipal. “Trabajábamos con otras máquinas, que eran provistas por la asociación civil No Más Hambre y las alumnas iban al gremio”, señala.
Sin aparecer el equipamiento, los trabajos sólo se reducían a confecciones pequeñas. Para los grandes trabajos, debían recurrir a una de las capacitadoras, que contaba con máquinas más grandes.
“Sabíamos que las máquinas estaban todas embaladas en la Casa de la Ciudad”, indica Carrizo. Otra de las versiones incluye a una conocida firma local de ropa, que llegó a contar con casi una decena de sucursales en toda la provincia. “Había rumores”, confirma la gremialista.
«Se negaba a entregarnos las máquinas», insiste Carrizo sobre Mizrahi y agrega: «Cesar (Torres) habló con Alfaro y quedó en hacer el traslado y nunca se concretó».
En las últimas semanas de 2023, la actual Secretaría de Cultura municipal tomó conocimiento de la situación. Desde el sindicato señalan que ya establecieron contacto para investigar y poder llegar al fondo del asunto. /eltucumano