“No se podía levantar”: el dolor de los pacientes con dengue en Tucumán
Tucumán ya superó los 20.000 casos de dengue confirmados. Los especialistas recomiendan reposo, tomar nada más que paracetamol para bajar la fiebre e hidratarse mucho, con 3 litros de agua por día y bebidas que contengan sales hidratantes. Pero, cuando el paciente se deshidrata y presenta otros síntomas más graves como dolor abdominal, vomito, diarrea y hemorragia la recomendación es ir de manera urgente a un centro médico.
Ya pasaron las seis de la tarde del viernes cuando el periodista Franco Carletto sale con su móvil a la guardia del hospital Padilla. Allí se encuentra con una gran cantidad de personas enfermas o parientes de familiares que han sido ingresados por internación al tener los síntomas más severos de la enfermedad. Allí aguardan en una espera llena de incertidumbre y dolor. En general, la gente rescata la buena asistencia en el sistema público de salud, y, por lo que se pudo constatar, todas las personas que llegan para recibir atención por dengue la reciben.
Franco Carletto apunta el micrófono y les pregunta a los familiares de los enfermos sobre la situación que están atravesando. Una madre le cuenta que su hija tuvo dolor de cabeza, vomito, dolor de cuerpo y “después no se podía levantar”. En ese momento decidieron llevarla a la guardia del hospital, los estudios de su hija, cuenta, salieron mal y es por eso que quedó internada la joven tucumana que apenas tiene 20 años.
Cuando Franco les pregunta por la vacuna la respuesta es tajante: “Para nosotros es inaccesible”. Pero las otras medidas de prevención como el uso de repelentes también se han vuelto inaccesible para algunas familias: esta señora cuenta que de haberlo pagado primero a mil pesos, a las semanas estaba a cuatro mil.
Un señor que se encontraba allí, pero esta vez no por dengue, se animó y dijo lo que nadie quiere decir acerca del faltante de repelentes: “Estamos en el país de los picaros y eso sucedió en plena pandemia que el alcohol en gel te lo escondían, no había, y lo mismo está pasando ahora con el repente”.
Fuente: CONTEXTO