Arnedo respaldó las declaraciones de Jaldo sobre la situación del transporte público
«Los empresarios están totalmente ajenos a la realidad», expresó el edil.
El concejal capitalino Carlos Arnedo respaldó la postura del gobernador Osvaldo Jaldo sobre la situación del transporte público en Tucumán y los esfuerzos de la Provincia para asistir a las empresas. «Los mal llamados empresarios del transporte no son más que dilapidadores de dinero ajeno. Reciben subsidios millonarios del Estado por un lado, por otro reciben el dinero de los usuarios, y aún así tienen la insolencia de pedir más por un servicio que está en jaque», expresó.
En esa línea, Arnedo afirmó que «los empresarios creen que es su derecho recibir plata del Estado para financiarse y subsistir, sin necesidad de invertir ni prestar un buen servicio. Están totalmente ajenos a la realidad. El empresario es el único responsable del bienestar de sus empleados y de garantizar un buen servicio al usuario, la Nación y la Provincia ya hicieron demasiado», apuntó, y señaló que «el derecho al transporte lo tiene el ciudadano, y ese derecho viene siendo vulnerado con total impunidad por parte de los empresarios desde hace años».
El edil, que tiene presentado un proyecto de ordenanza para la realización de auditorías externas a las empresas de transporte, consideró necesario «poner el foco en la raíz del problema y no dejarse llevar por soluciones fáciles de corto plazo». «Los empresarios están mal acostumbrados a pedir cada vez más recursos a la Provincia. Cuando agotan los recursos que les llegan de la Provincia, van a mendigar a la Nación con el pretexto de la ‘distribución desigual de los subsidios’, y así la fiesta para ellos sigue. Deben entender de una vez por todas que el compromiso del Estado es con el usuario, no con el empresario», aseveró.
Finalmente, el edil pidió «no correr el eje de la discusión, que es el despilfarro de recursos públicos». «Auditar las empresas, tal y como lo propuse en mi proyecto de ordenanza, permitirá dimensionar la gravedad del problema, exponer los desmanes del empresariado y repensar la asignación de los recursos que, en mi opinión, deberían ir directamente al usuario que lo necesita», concluyó.
