El Gobierno enfrenta obstáculos para derogar las PASO y reactivar su agenda legislativa
Con el 2024 llegando a su fin y un 2025 que comienza sin actividad parlamentaria, las chances de que el oficialismo logre derogar o suspender las PASO parecen esfumarse. Para eliminar las primarias obligatorias, el Gobierno necesita consensos con sectores opositores y aprobar una ley en ambas cámaras antes del 5 de mayo de 2025, fecha límite para que el presidente Javier Milei convoque a las elecciones primarias según la legislación vigente.
El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, señaló durante un brindis con periodistas el pasado 12 de diciembre que se buscará retomar la discusión en marzo de 2025, lo que deja prácticamente descartado un llamado a sesiones extraordinarias durante el verano. Esta decisión refuerza la postura del oficialismo de priorizar sus alianzas políticas y ajustar su estrategia parlamentaria de cara al nuevo año.
La situación actual del Congreso es adversa para La Libertad Avanza, que cuenta con solo 39 diputados sobre 257 y 6 senadores sobre 72. Esta correlación de fuerzas obliga al Gobierno a mantener equilibradas las demandas de sus aliados, cuyo apoyo será crucial para avanzar en su agenda durante 2025.
El deterioro de la relación con el PRO y el expresidente Mauricio Macri ya tiene consecuencias. Proyectos clave, como la privatización de Aerolíneas Argentinas o las leyes Antimafia y Hojarasca, han quedado estancados por falta de apoyo legislativo. El Gobierno evalúa que insistir en la derogación de las PASO podría agravar aún más las tensiones con los sectores opositores, debilitando el poco diálogo político que aún se conserva.
A medida que se acerca el 2025, el oficialismo deberá decidir si prioriza la construcción de consensos o persiste en su cruzada contra las primarias, una jugada que podría dejarlo sin aliados en un año electoral crucial.