Cruces precarios, oscuridad y un medio de transporte ilegal: los disparadores de la tragedia en la Autopista de Circunvalación


Un nuevo accidente con consecuencias fatales expuso las condiciones críticas de seguridad vial en la Autopista Circunvalación Sur de San Miguel de Tucumán. Una madre y su hija de 9 años murieron este domingo por la tarde al ser embestidas por una camioneta Toyota Hilux, mientras viajaban en un vehículo que operaba como Uber.
La colisión también dejó gravemente herida a una beba de apenas 10 días y al conductor de la camioneta, que permanece internada.
El siniestro vial ocurrió cerca de las 19 horas en la intersección de la autopista y la calle Octaviano Vera, a la altura del barrio Las Piedritas. El impacto fue tan violento que el pequeño auto Chery Face, conducido por Abel Véliz, volcó sobre la calzada.
La niña, identificada como D.A.M., salió despedida del habitáculo y falleció en el acto. Su madre, Renata Mansilla (32), murió más tarde en el hospital Padilla a causa de las lesiones.
La beba M.R.M., hija menor de la víctima, lucha por su vida en la Maternidad tras sufrir traumatismos severos en la cabeza.
El conductor de la camioneta, Román Cruz (57), también fue hospitalizado. Su situación procesal se definirá cuando reciba el alta médica, según informó la Unidad Fiscal de Homicidios I, a cargo del fiscal Pedro Gallo, que interviene en el caso.
De acuerdo a las primeras pericias policiales, el conductor del vehículo de transporte por aplicación habría intentado incorporarse a la autopista utilizando un cruce ilegal, de los tantos que atraviesan de forma clandestina la avenida de Circunvalación.
Estos accesos improvisados, construidos por vecinos ante la falta de obras formales, se han transformado en una amenaza constante para quienes circulan por esta arteria de alto tránsito.
“El problema es que sobre la Circunvalación los vehículos pasan a alta velocidad. Cuando un auto, una moto o hasta peatones salen de repente, no hay forma de frenar. Pero no tenemos otra alternativa para cruzar”, lamentó Alejandro, residente del barrio El Ángel, que como muchos vecinos reclama desde hace años soluciones estructurales.
La autopista fue concebida originalmente como una vía rápida para unir la capital tucumana con Alderetes, Banda del Río Salí, Las Talitas y Tafí Viejo, sin atravesar el centro de la ciudad.
Sin embargo, la explosiva expansión de barrios como Las Piedritas, Los Ángeles, Juan Pablo I y El 80 transformó sus márgenes en zonas residenciales densamente pobladas, sin que la infraestructura vial acompañara ese crecimiento.
Los testimonios de vecinos dan cuenta de una falta total de planificación urbana. Cruces improvisados, caminos de tierra, ausencia de semáforos y alumbrado, y una autopista deteriorada componen un escenario donde los siniestros fatales se repiten.
“Está destrozada, con pozos y sin luces. A la noche queda completamente a oscuras”, advirtió Raúl Martínez, vecino habitual de la zona.
Este nuevo accidente trágico reavivó el reclamo de los vecinos, quienes exigen la construcción de cruces legales, señalización adecuada y mecanismos de control que prioricen la seguridad.
“Hace casi diez años que esta zona cambió por completo. No somos ciudadanos invisibles”, enfatizó Sofía, vecina de Las Piedritas, en diálogo con los medios locales.
Las críticas también apuntan al escaso mantenimiento y a la falta de respuesta por parte de las autoridades provinciales. El fiscal Gallo, por su parte, espera los resultados de las pericias accidentológicas para definir eventuales imputaciones penales.
Mientras tanto, una familia quedó destrozada por una tragedia que muchos coinciden en calificar como evitable.