El IPV lanza plan integral para recuperar fondos y reactivar la construcción de viviendas en Tucumán
El interventor Hugo Cabral confirmó que la morosidad supera el 40% y que se avanzará con medidas urgentes para mejorar la recaudación y reactivar los proyectos paralizados por el recorte nacional.
En medio del congelamiento de la obra pública nacional dispuesto por el Gobierno de Javier Milei, el Instituto Provincial de la Vivienda y Desarrollo Urbano (IPV) de Tucumán avanza con un plan integral para recuperar fondos y retomar la construcción de barrios sociales. Así lo confirmó su interventor, Hugo Cabral, quien advirtió que más del 40% de los adjudicatarios se encuentra en situación de morosidad.
“El nivel de morosidad es alto. Cerca del 40% de las cuentas activas están en incumplimiento”, expresó Cabral. En un contexto adverso, marcado por el recorte de transferencias nacionales, la provincia busca fortalecer los ingresos propios como vía para sostener los proyectos habitacionales paralizados. Desde su llegada al IPV, hace cuatro meses, Cabral trabaja en tres estrategias clave para revertir la situación.
Regularización, rescisión y actualización de cuotas
En primer lugar, el IPV está incorporando al sistema cuentas de barrios donde nunca se cobró cuota alguna. “En algunos barrios son 10 cuentas, en otros 20, incluso hay casos de conjuntos habitacionales enteros que desde hace muchísimos años jamás pagaron una cuota”, detalló el funcionario. Con esta medida se espera aumentar el número de cuentas activas y mejorar el flujo de ingresos mensuales.
La segunda línea de acción es la implementación de planes de regularización para morosos. “La semana pasada firmé 300 resoluciones de rescisión. Los adjudicatarios ya están siendo notificados, pero van a tener la posibilidad de revertir esa medida poniéndose al día”, explicó Cabral. Esta herramienta apunta a reducir significativamente la morosidad.
Finalmente, el interventor adelantó que se está analizando una actualización del valor de las cuotas mensuales. “El 60% de las cuotas son inferiores a $1.000. En algunos casos, estamos hablando de menos de la mitad de lo que cuesta un café en un bar”, graficó. Según argumentó, con esos montos es imposible proyectar nuevas obras. “Estamos revisando todo el marco legal para adecuar esos valores y lograr que el sistema sea financieramente sostenible”, agregó.
El desafío de sostener la vivienda social sin ayuda nacional
Actualmente, el IPV cuenta con unas 20.000 cuentas activas, pero la mitad de ellas paga menos de $1.000 mensuales, lo que representa un ingreso insuficiente para sostener nuevos desarrollos.
Cabral fue claro: “Queremos seguir construyendo viviendas, y para eso necesitamos que los adjudicatarios cumplan con su parte”. En un escenario de fuerte contracción de la obra pública nacional, Tucumán apuesta a la autogestión y al fortalecimiento de la recaudación propia como única vía para mantener vivo el sueño de la casa propia.
Con estas políticas, el Gobierno provincial busca restablecer un círculo virtuoso entre adjudicación, pago y reinversión, que permita garantizar un futuro con más viviendas dignas para los tucumanos.
