Cristina Kirchner se impuso en el «Doñategate» y ahora va por la Corte Suprema
Cristina suma un capítulo más en su rivalidad eterna con la Justicia. Nada cambió desde el «vamos por todo», la jubilación anticipada del Esteban Righi por la causa Ciccone y las acusaciones a los fiscales que la investigaron, muerte de Alberto Nisman mediante, y el actual fiscal Luciani. Cristina logró cerrar filas y el «doñategate» se impuso a su favor, pero es el inicio de un rosario de conflictos que tendrá a partir de ahora, cuando tenga que recibir el «ok» del máximo tribunal y haya que tomarle juramento al camporista Martín Doñate, hombre de extensa carrera en el kirchnerismo, habiendo sido desde concejal a diputado dentro del extinto Frente para la Victoria.
Cristina presidenta, teniendo a Alberto Fernández de viaje, apuró la firma de la santiagueña Claudia Ledesma Abdala de Zamora, mujer del actual gobernador de Santiago del Estero. El Senado aprobó, pasadas las 15, por unanimidad, el decreto de designación de los nuevos representantes del Consejo de la Magistratura para que ingresen entonces los consejeros oficialistas María Pilatti Vergara, Mariano Recalde, Martín Doñate y Eduardo Vischi. De esta forma, la oposición suma una denuncia más, en manos del senador Luis Juez, quien considera que se avasalla la Constitución con esa maniobra. Zamora goza del visto bueno siempre de Cristina Kirchner, desde que le envió su avión para buscarla y llevarla a una cumbre del PJ, mientras que Juan Manzur, hombre fuerte de Tucumán tras la caída de José Alperovich, planteaba a Cristina como un personaje integrante del pasado del país. Cristina no olvida ni perdona, por eso no fue Pablo Yedlin ministro de Salud en 2019.
Raro en él, Alberto Fernández coincide absolutamente con Cristina en general. Cree que la Jusicia acorrala injustamente a Cristina, que no cometió actos ilícitos y que todo va a quedar demostrado: «Están jugando sucio, se equivocan», razona Alberto en privado. Así mismo, cree que la acusación de Cristina al diputado Gerardo Millman y el grupo de marginales sin presupuesto llamados «los copitos» es parte de una fase lisérgica de la mirada de Cristina que no tiene ligazón con la realidad.
Así entonces, habiendo sido clara la Corte Suprema con respecto al caso Doñate, el cristinismo avanzó con el decreto y son entonces los miembros del Consejo de la Magistratura por haberse partido entre gallos y medias noches el bloque del Frente de Todos y así quedarse con una trampa mediante con dos bancas por la primera y segunda minoría del Consejo. Así lo planteó el versátil Adolfo Rodríguez Saa, hoy dentro del FdT pero uno de los más críticos de este tipo de maniobras tiempo atrás, cuando combatía el kirchnerismo como candidato a presidente y gobernador. «El país soporta embates contra la clase política con argumentos presuntamente republicanos pero la Corte dictó un fallo cambiando la jurisprudencia existente entrometiéndose en la vida de otro poder del Estado», sentenció. Por su parte, Alberto Weretilnek, de Juntos Somos Río Negro, calificó como «gravísima» la intervención de la Corte en las facultades de los senadores y expresó que el fallo «es violatorio» de su «autonomía» y «limita» la libertad de los legisladores de «organizarse políticamente».
Esto parece que termina, pero está recién empezando con una condena de primera instancia de Cristina antes de Navidad y un año electoral que la va a tener con dos o tres fallos en contra.