¿Enroque?: Kicillof, De Pedro y dos casilleros electorales a llenar
La palabra final la tiene Cristina Kirchner. Máximo Kirchner le preparó a Wado de Pedro una foto con intendentes del conurbano en Quilmes, lo cual alimentó rumores sobre una candidatura a gobernador.
Si bien el referente camporista está haciendo un rally de reuniones y recorridas con dirigentes de todo el país, su nivel de conocimiento tiene un piso bajo a nivel nacional y no queda demasiado tiempo para que pueda instalarse y al mismo tiempo generar entusiasmo en la militancia.
Es por eso que en el Instituto Patria barajan un plan B que tiene como protagonista al gobernador bonaerense, Axel Kicillof.
El líder de La Cámpora, Máximo Kirchner -y cada vez más dirigentes del peronismo- están convencidos de que sin contar a Cristina Kirchner, quien ya dijo varias veces que no quiere participar electoralmente este año, el dirigente kirchnerista que más efervescencia provoca en las bases y quien más retiene el voto de la vicepresidenta es Kicillof, por lo que su presencia en la boleta presidencial sería la mejor solución para llegar al balotaje, el objetivo de mínima que tiene el Frente de Todos.
El ex ministro de Economía no quiere saber nada con moverse del lugar dónde está, y para marcar la cancha ya colgó gigantografías con la leyenda «Axel Gobernador» en las rutas bonaerenses. Kicillof es consciente que en la provincia, donde no hay balotaje y se gana por un solo voto, tiene el camino bastante allanado hacia la reelección según marca la mayoría de las encuestas.
En cambio, una aventura como candidato presidencial ofrece un panorama bastante menos alentador. Quedarse en la provincia le garantizaría no sólo conservar la provincia más fuerte en términos políticos y demográficos sino convertirse (junto a Cristina Kirchner) en el principal referente opositor en caso de que la oposición se haga con el poder nacional.
La permanencia de Kicillof en la provincia es garantía de una muy probable victoria del Frente de Todos, mientras que improvisar con otro candidato implicaría una jugada con resultados imprevisibles. El gobernador prefiere no tomar riesgos, eso lo dejó claro desde el principio. Pero también en el kicillofismo ya reconocen que si Cristina Kirchner se lo pidiera, no le quedaría más remedio que aceptar mudar la candidatura a la liga nacional.
Aquí es donde entraría en juego la teoría del enroque, que Cristina Kirchner tiene cada vez más en cuenta. Con Kicillof en la boleta presidencial, quedaría la vacante para la candidatura a gobernador, y allí podría recalar De Pedro. En su carácter de titular del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, uno de los principales impulsores de la tesis «Axel para arriba» que tanto resiste el gobernador, le preparó al ministro de Interior una foto muy sugestiva en Quilmes junto a los intendentes peronistas de las populosas primera y tercera sección electoral.
Esta foto alimentó las versiones sobre el famoso «enroque» del que se viene hablando entre De Pedro y Kicillof. El propio jefe de asesores y mano derecha del gobernador, Carlos Bianco, avaló esta posibilidad en declaraciones radiales.
Kicillof a la candidatura presidencial y De Pedro a la gobernación
«Si nuestra fuerza política decide que eso (la candidatura presidencial de Kicillof) es estratégicamente mejor, (Kicillof) no tiene problema en hacerlo», dijo y agregó: «Cuando digo fuerza política digo Cristina«.
«Axel va a ser lo que tenga que hacer, como hizo siempre en el marco de un proyecto colectivo, no tiene ningún proyecto individual o aventura personal», expresó Bianco, en otra respuesta cifrada a Máximo Kirchner.
En el acto del próximo 25 de mayo, que tendrá a la vicepresidenta como única oradora, podría surgir alguna pista más sobre las candidaturas. Pocos creen, sin embargo, que ese día la jefa del kirchnerismo anuncie la fórmula. Incluso hay quienes piensan que si finalmente prevalece la competencia en las PASO, ella se va a abstener de bendecir públicamente a un candidato, más allá de los gestos de acercamiento que pueda tener con uno o con otro.
Quedará por delante casi un mes hasta la inscripción de listas de candidatos. Wado De Pedro o Kicillof encabezarían la fórmula del kirchnerismo, pero no son los únicos en campaña. Daniel Scioli siente que es su momento de revancha después de la derrota ajustada que sufrió en 2015 a manos de Mauricio Macri, y sin Cristina Kirchner en el tablero está dispuesto a resistir las presiones para que baje su precandidatura.
El ex gobernador podría recibir el apoyo del albertismo en pleno. De hecho, el canciller Santiago Cafiero ya se encuentra trabajando con el ex motonauta y se rumorea que la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, podría ser su compañera de fórmula.
El Frente Renovador de Sergio Massa emitió un duro comunicado con reproches internos hacia quienes buscan recrear una competencia en las PASO, al analizar que esa circunstancia desordena políticamente al espacio oficialista con repercusiones negativas en la economía.
El ex intendente de Tigre tenía todos los números hasta algunos meses atrás para ser el elegido de Cristina Kirchner y el peronismo para ser el candidato único, pero la escalada inflacionaria le quemó los papeles y se desdibujó ese escenario que tanto había soñado. Sin disimular la decepción y el enojo, en el Frente Renovador consideran que sus socios del Frente de Todos no le reconocen a Massa el coraje y sacrificio de haber agarrado meses atrás un «fierro caliente» como el Ministerio de Economía en un momento en que otros se escondían debajo del escritorio.
El propio ministro intentó días atrás condicionar su candidatura a que se bajara el resto de los competidores del Frente de Todos, pero su intervención mediática no tuvo el efecto esperado, y hoy parece más inclinado a apoyar a su aliado Gustavo Sáenz, el reelecto gobernador de Salta, como precandidato presidencial del Frente de Todos en las PASO. La moneda de cambio para desactivar esta maniobra y alinear al massismo podría ser ofrecerle la candidatura vicepresidencial.
El Frente Renovador terminará de definir su estrategia electoral en un congreso partidario que se realizará el 10 de junio.
Desde el ala más izquierdista del oficialismo, el líder del MTE y del Frente Patria Grande Juan Grabois lanzó el viernes pasado su precandidatura con el objetivo de contener a los sectores kirchneristas duros desencantados con el Gobierno, que se resisten a un nuevo repliegue «centrista» de la mano de Massa o Scioli. La candidatura de Kicillof o de Wado de Pedro, dos exponentes puros del kirchnerismo, le quita justificativo a su candidatura y en las próximas semanas podría llegar a haber novedades en ese sentido.
Otro que está agazapado esperando a lanzarse para presidente es el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, quien sostiene que la multiplicidad de candidaturas en el Frente de Todos podría ser a la postre beneficioso para el Frente de Todos. «En todas las encuestas entre dos candidatos tenemos menos de 30 puntos. Con cuatro candidatos sumás hasta 35″, ponderó.