Achilata: presentaron un proyecto para declararlo de interés turístico
«Es importante revalorizar lo autóctono, nuestra cultura, hacerla conocer», dijo el concejal Emiliano Vargas Aignasse sobre el achilata.
En los días de calor un achilata sirve para soportar y refrescarnos ante las altas temperaturas que soportamos los tucumanos desde la primavera en adelante. Es un producto que, junto con el sanguche de milanesa y el panchuque, llama la atención de cualquier turista que camina por las calles tucumanas.
El concejal Emiliano Vargas Aignasse presentó un proyecto de ordenanza para declarar de interés turístico municipal, la promoción y venta del helado denominado achilata.
«Estamos trabajando con quienes se dedican a este rubro, trabajadores/as de la economía popular, para su formalización laboral y para desarrollar y hacer conocer en el país nuestra achilata», dijo el edil.
¿Cómo se prepara el achilata?
La achilata es un helado típico del norte argentino, principalmente de la provincia de Tucumán y su origen se remonta al comienzo de la inmigración italiana en Argentina.
Se elabora con hielo molido. Para llegar a su color rojizo o «fucsia» se coloca ese hielo molido en recipientes, mezclándolo con colorantes (preferentemente jugos de fruta) y endulzantes (azúcar de caña, casi siempre). Una vez que se ha logrado una mezcla lo suficientemente homogénea se prensa en moldes (por ejemplo, vasos de mesa), se sirven inmediatamente o se guardan en su refrigerador para su expendio.
