Atacaron a balazos la casa de la operadora que reveló el traslado irregular de Chuky Casanova

Un ataque a tiros contra la vivienda de una trabajadora del Centro de Monitoreo, ocurrido en la madrugada del sábado, abrió una nueva línea de investigación en una trama judicial que ya venía bajo sospecha: la extraña secuencia que permitió que Javier “Chuky” Casanova —procesado por narcomenudeo y por integrar una balacera entre bandas rivales— fuera beneficiado con arresto domiciliario en condiciones irregulares y, presuntamente, abandonara su hogar sin autorización.
Casanova quedó detenido en septiembre pasado, luego de que la Policía cumpliera una orden del fiscal Mariano Fernández: en su casa encontraron aproximadamente cien dosis de cocaína, además de elementos que lo vincularían con un tiroteo investigado por una fiscalía distinta. Por ambos hechos se le dictó prisión preventiva.
El 11 de diciembre, durante una audiencia, el fiscal José Sanjuán solicitó extender la preventiva. La defensa se opuso y, en el debate, cuestionó el procedimiento policial. El juez Guillermo Taylor prorrogó la detención, pero otorgó el arresto domiciliario con monitoreo electrónico. A la vez, aclaró que esa resolución no debía interferir con una medida previa dictada por su par Soledad Hernández, quien ordenaba que Casanova permaneciera detenido hasta el 26 de diciembre. Nada de eso se cumplió.
El fiscal Fernández, al advertir inconsistencias en el trámite, inició una investigación interna. Hasta el momento identificó una serie de hechos que levantaron sospechas:
- A las 15.30 del miércoles 12, el organismo encargado informó que no había pulseras electrónicas disponibles. Sin embargo, Casanova apareció en su casa del barrio Oeste II, cerca de la medianoche, con un dispositivo.
- El informe técnico para determinar la factibilidad del monitoreo —que suele tardar al menos 24 horas— habría sido completado en cuestión de horas.
- La Policía, que debía realizar rondas de control si no existían pulseras disponibles, nunca fue notificada de esa instrucción judicial.
- A las 6.04 del jueves 13, el Centro de Monitoreo registró que el acusado había abandonado su domicilio. Personal del Servicio Penitenciario llegó a las 7.30 y habría corroborado su ausencia, aunque la defensa niega que esto haya ocurrido.
- Recién a las 9.44 las autoridades judiciales fueron informadas. Casanova fue finalmente encontrado en su casa y luego trasladado al penal de Benjamín Paz.
La situación dio un giro inquietante el sábado, cuando la casa de la operadora civil que reportó la aparente ausencia del imputado fue atacada a balazos. La trabajadora había firmado el informe que alertaba sobre la posible fuga.
“Fue un mensaje claro”, interpretó un investigador que participó de las primeras diligencias.
La empleada denunció el hecho en Tribunales, y el fiscal Fernández evalúa incorporar este ataque como parte del expediente, debido a la posible relación entre su informe y la represalia.
La defensa de Casanova rechazó cualquier vínculo entre el detenido y la agresión. “No sería capaz de entorpecer la investigación cuando está cerca de ser sobreseído en ambos expedientes. Puede ser una maniobra en su contra”, sostuvo el abogado Facundo Herrera.
Sin embargo, las sospechas de los investigadores apuntan al Servicio Penitenciario: consideran que sólo quienes tienen acceso al sistema podrían haber conocido la identidad de la empleada que detectó la irregularidad. Fuentes del Ministerio de Seguridad confirmaron que se inició un sumario administrativo —cuya conclusión será elevada a la Justicia— sin perjuicio del proceso penal en marcha.
El caso reaviva dudas sobre el funcionamiento del monitoreo electrónico, la cadena de comunicaciones entre organismos y los controles internos del sistema penitenciario. Y, tras la balacera, suma ingredientes de intimidación que profundizan la preocupación judicial: la trama ya no sólo involucra a un acusado con antecedentes por violencia y drogas, sino la posibilidad de filtraciones, complicidades y maniobras para desactivar controles desde adentro del propio Estado.








