Cristina candidata, Congreso en ebullición y el peronismo tucumano al borde de la fractura
La campaña electoral arrancó con fuerza esta semana, marcada por el anuncio de Cristina Fernández de Kirchner como candidata a legisladora bonaerense y una sesión en Diputados que puso en jaque al oficialismo nacional. El camino hacia el 26 de octubre se anticipa convulsionado.
Cristina confirmó su postulación para las elecciones de septiembre, sacudiendo el tablero político. La jugada alteró la estrategia de todos los espacios y forzó un acercamiento con Axel Kicillof para armar listas comunes, pese a los cruces previos entre ambos. La Justicia también se activó: la Corte podría pronunciarse pronto sobre su condena en la causa Vialidad. En paralelo, el kirchnerismo dejó en manos de los libertarios la comisión investigadora del caso $Libra, señal de que empieza a priorizar otras batallas.
Mientras tanto, la oposición en Diputados logró avanzar con proyectos sensibles como el aumento a jubilados y la emergencia en discapacidad, pese a que algunos gobernadores afines a Javier Milei evitaron dar quórum pero luego habilitaron la aprobación. La Casa Rosada se enfrenta a una posible derrota también en el Senado y podría verse forzada a vetar nuevamente leyes con alto costo político, con riesgo de que el Congreso le anule los vetos.
La votación dejó expuesta la rebelión silenciosa de diputados aliados. Tucumanos como Agustín Fernández, Elia Fernández y Gladys Medina, que antes apoyaban al oficialismo, se desmarcaron. Jaldo, gobernador tucumano, justificó su apoyo a las leyes apelando a la protección de los sectores vulnerables, señalando una grieta creciente entre los mandatarios provinciales y el Presidente.
En el plano local, Tucumán también vive su propio temblor. Juan Manzur reapareció con una visita anunciada a la intendenta Rossana Chahla, exponiendo la falta de unidad en el oficialismo. El exgobernador se consolida como líder del espacio disidente. En paralelo, el municipio de Tafí Viejo, conducido por la esposa del legislador Javier Noguera, denunció discriminación financiera por parte de la Provincia y evalúa acciones judiciales. El jaldismo, por su parte, no se queda atrás y amaga con intervenir la gestión de Alberdi tras un escándalo ligado al narcotráfico.
Las listas para las legislativas tensan aún más el peronismo tucumano. Jaldo ya avisó que los futuros diputados deben responderle a él, cerrándole la puerta a Noguera. En tanto, el neomanzurismo sospecha que no obtendrá lugares expectables y se prepara para competir por fuera del PJ, apostando al apoyo de referentes como José Orellana, Sandra Mendoza, Luis Romano y Christian Rodríguez.
A pesar de los gestos públicos de unidad, ambas facciones reconocen que un acuerdo es muy difícil. Nadie quiere cargar con la culpa de una ruptura, pero todo indica que la fractura ya es un hecho. La gran incógnita es si la eventual unidad en Buenos Aires entre Cristina y Kicillof podrá replicarse en provincias como Tucumán. Por ahora, el escenario es fragmentado y de alta tensión.
