Día Mundial del Medio Ambiente: los plásticos que podés dejar de usar para cuidar el planeta

Cada 5 de junio se conmemora el Día Mundial del Medio Ambiente, una efeméride establecida por la ONU en 1972, durante la histórica Conferencia de Estocolmo, con el objetivo de concientizar a la población global sobre la importancia de proteger los recursos naturales.
Desde entonces, la fecha convoca a gobiernos, organizaciones y ciudadanos a realizar actividades, charlas y campañas que alertan sobre los efectos del cambio climático, la contaminación y el impacto negativo de la actividad humana sobre la Tierra.
Uno de los grandes enemigos del ambiente es el plástico, especialmente aquellos objetos de un solo uso, que representan casi el 50% de los residuos plásticos a nivel mundial, según datos del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
¿Qué son los plásticos de un solo uso?
Se trata de productos fabricados para ser utilizados una sola vez y luego descartados, como envases, cubiertos, vasos, bandejas, sorbetes y bolsas. Muchos de estos artículos son utilizados por apenas unos minutos, pero tardan siglos en degradarse.
Por este motivo, en Argentina y otros países se impulsa la reducción progresiva de su uso, y en algunos casos, su prohibición total. Estas medidas buscan limitar su entrega al consumidor, su exhibición en áreas protegidas y su comercialización, priorizando opciones sustentables.
Cómo reducir el uso de plásticos en la vida cotidiana
El Grupo Iberdrola elaboró una lista de objetos plásticos comunes que se pueden reemplazar fácilmente en el hogar:
Sorbetes y botellas de plástico: Pueden ser reemplazados por sorbetes de papel y botellas reutilizables de acero o vidrio.
Bolsas de supermercado: Las bolsas de tela, lona o mimbre no solo son más resistentes, sino que además contribuyen a disminuir los desechos.
Chicles: Muchas personas desconocen que los chicles están elaborados con polímeros plásticos. Existen opciones naturales y biodegradables que pueden reemplazarlos.
Broches de ropa: Los broches de madera o bambú cumplen la misma función sin generar residuos contaminantes.
Envases de cocina: Reemplazar recipientes plásticos por frascos de vidrio, latas o tuppers metálicos ayuda a reducir el contacto con microplásticos y a conservar mejor los alimentos.
Compras por unidad: Comprar alimentos en mayores cantidades y evitar productos en bandejas plásticas individuales también reduce la huella de residuos.
Reducir el uso de plásticos de un solo uso no solo es posible, sino también necesario. Las pequeñas decisiones cotidianas pueden generar un impacto positivo a gran escala, en especial si se acompañan con políticas públicas eficaces y campañas de concientización permanentes.