Ejercicio después de los 40: expertos aseguran que nunca es tarde para empezar

Médicos y entrenadores destacan la importancia de la actividad física en la prevención de enfermedades y el bienestar a largo plazo.
Al llegar a los 40 años, el cuerpo experimenta cambios naturales: pérdida de masa muscular, menor elasticidad y un metabolismo más lento. Sin embargo, especialistas remarcan que nunca es tarde para comenzar a entrenar y que el ejercicio “bien indicado es la mejor medicina”.
Así lo sostienen Néstor Alberto Lentini, médico especialista en Medicina del Deporte, y Oscar Incarbone, doctor en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, quienes resaltan que la práctica regular contribuye a reducir la mortalidad, disminuir la incidencia de hipertensión, cáncer y diabetes tipo 2, además de mejorar la salud mental y el sueño, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Apto médico y prevención
Uno de los errores más comunes es sumarse a grupos de entrenamiento sin preparación previa. En este sentido, los especialistas advierten que el apto médico no debe verse como un obstáculo, sino como una herramienta de prevención que permite adaptar la rutina a cada persona.
Qué ejercicios convienen después de los 40
Las recomendaciones apuntan a:
Empezar de manera progresiva.
Evitar actividades de alto impacto o con cargas máximas.
No dejarse llevar por modas.
La tríada saludable combina ejercicio, alimentación equilibrada y suplementación adecuada.
Una rutina básica de inicio
La instructora Gabriela Losino propone ejercicios funcionales con 10 a 15 repeticiones:
Sentadillas, que simulan sentarse y levantarse de una silla.
Empuje de hombros, útil para alcanzar objetos en estantes altos.
Peso muerto con remo, que imita el movimiento de levantar bolsas.
También recomienda sumar talleres de movilidad o elongación para mejorar la técnica y prevenir lesiones.
Motivación y constancia
“La clave es encontrar una actividad que motive y que pueda sostenerse en el tiempo. Si arranco con algo que no disfruto, no lo voy a mantener”, subraya Losino.
Más allá de los 65 años
La OMS indica que los adultos mayores deben acumular entre 150 y 300 minutos de actividad aeróbica moderada por semana, o entre 75 y 150 de actividad intensa. En todos los casos, algo de movimiento siempre es mejor que nada.
Conclusión
Entrenar después de los 40 no solo es posible, sino fundamental para prevenir enfermedades, mantener la independencia física y mejorar la calidad de vida. La clave está en hacerlo con supervisión, progresivamente y con ejercicios adaptados a cada etapa.