El efecto Catalán: reacomodamientos y tensiones en la oposición tucumana

La oposición tucumana atravesó en los últimos días dos movimientos que modificaron el mapa político provincial. Por un lado, la sólida elección de La Libertad Avanza (LLA) en Tucumán, que posicionó a Lisandro Catalán como una referencia con proyección hacia 2027. Por otro, la renuncia del propio Catalán al Ministerio del Interior, apenas 46 días después de haber asumido ese cargo en el gabinete nacional.
Estos hechos desencadenaron interpretaciones diversas dentro del sistema político provincial, que observa con atención cómo se reordenan los liderazgos y las estrategias para los próximos años.
La consolidación de un liderazgo emergente
Catalán venía afianzando su figura en la provincia desde la campaña. LLA obtuvo 365.024 votos y logró dos bancas en la Cámara de Diputados: Federico Pelli y Soledad Molinuevo, que se suman a Gerardo Huesen. Este resultado dejó a Catalán al frente de un bloque provincial con tres legisladores propios, una base nada menor para una fuerza que hasta hace poco no contaba con estructura territorial.
A nivel nacional, su rol en el Ministerio del Interior lo había ubicado como interlocutor directo de gobernadores y actores federales. Sin embargo, su estrecha vinculación con Guillermo Francos, quien también dejó el gabinete, determinó su salida. La renuncia conjunta respondió a la reconfiguración del poder en la Casa Rosada, marcada por la puja interna entre Santiago Caputo y sectores ligados al armado político inicial del Gobierno.
Impacto en Tucumán
Lejos de significar un retroceso, en el entorno de Catalán interpretan la salida como una oportunidad: más tiempo para estar en la provincia y trabajar en la construcción de un armado competitivo hacia 2027. La agenda inmediata incluye reuniones con la mesa política de LLA Tucumán para definir estructura territorial y estrategia.
La relación con Jaldo
Catalán y el gobernador Osvaldo Jaldo mantienen un vínculo de diálogo y pragmatismo. Tras la campaña, se espera que el mandatario provincial retome su rol de interlocutor con Nación, en un escenario donde aún se desconoce quién ocupará el Ministerio del Interior y cómo se conducirá la relación con las provincias.
El golpe para Unidos por Tucumán
El espacio encabezado por Roberto Sánchez quedó tercero, con un desempeño menor al esperado. En el análisis interno coinciden en que el intento por ubicarse como “tercera vía” en un escenario polarizado entre el PJ y el mileísmo terminó diluyendo su propuesta. Además, admiten que el discurso opositor fue absorbido por LLA, que capitalizó mejor el voto de descontento.
La renuncia de Catalán, no obstante, abre hipótesis. Algunos creen que puede debilitar su armado provincial. Otros, en cambio, ven que podría facilitar nuevos acercamientos entre sectores opositores hoy separados, especialmente aquellos vinculados al diputado Mariano Campero, quien también mira hacia 2027.
Un tablero abierto
En apenas una semana, la oposición tucumana se vio sacudida por resultados electorales inesperados y por movimientos en el gabinete nacional que reordenan liderazgos. El rol de Catalán en la provincia, su capacidad para sostener cohesión interna y la reconfiguración de alianzas opositoras serán factores centrales en el escenario político que se empieza a delinear hacia 2027.








