El martirio que padecen los vecinos de varias cuadras de la calle Monteagudo
Vecinos de calle Monteagudo desde el 1500 sufren el derrame de líquidos cloacales que se extiende desde Venezuela y Monteagudo, a lo largo de 10 cuadras. A solo 8 de plaza Urquiza y 13 de Plaza Independencia, el olor es insoportable y según manifestaron, lo padecen desde hace 30 años.
Cada esquina conforma una pequeña laguna de agua podrida y estancada donde proliferan los insectos y alimañas y al llegar a la altura 1.500, un pozo tapado con basura, corona el lugar en medio del asfalto.
La SAT, la Municipalidad, una empresa de jabones, el gobierno, ya no saben a quien responsabilizar y a quien acudir por ayuda, lo cierto es que los líquidos cloacales forman parte de la cotidianidad de las familias y representan un peligro y foco infeccioso para todos ellos, según publica el sitio Periódico Móvil.
«Mis hijos tienen vergüenza de invitar a sus compañeritos por el olor a podrido y tampoco podemos organizar reuniones familiares porque llegar acá es una odisea, el olor penetra en las casas, te queda impregnado en la ropa», manifestó uno de los vecinos.
Otro agregó: «a los colectivos que circulan por el lugar no les importa nada, pasan a toda velocidad y salpican de materia fecal la vereda, eso no es vida, tenemos que estar desinfectando todos los días las veredas».
Una señora mayor contó que cada vez que sale a hacer las compras, tiene que caminar varias cuadras hasta llegar a un lugar donde el cordón cuneta no tenga musgo y agua podrida para poder cruzar la calle. Una mamá preocupada sostuvo que los chicos están a solo días de comenzar las clases y tienen que transitar por las calles anegadas de líquidos cloacales.
La realidad que viven los vecinos de Monteagudo al 1500 es insostenible y triste a la vez. Nadie se hace cargo y ellos, resignados y a la espera de una solución que parece utópica, siguen siendo prisioneros de los líquidos cloacales.
Foto ISAIAS CISNERO @IsaiasCisnero