Escenario climático: los expertos hablan del fenómeno «El Niño inminente” y su impacto en Argentina
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) emitió un comunicado en el que advirtió sobre los cambios de temperaturas.
Se advierte que las actuales temperaturas de los océanos tampoco tienen precedente, y el hielo marino antártico ha llegado a niveles de disminución récord. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) emitió un comunicado en el que advirtió sobre los cambios de temperaturas. “Estamos en un territorio desconocido y podemos esperar que caigan más récords a medida que El Niño se desarrolla más, y estos impactos se extenderán hasta 2024. Es una noticia preocupante para el planeta” se dijo en un comunicado.
Las lluvias en el centro y norte del país
Hay dos grandes factores para entender porqué el planeta nunca tuvo promedios globales de temperaturas tan altos como ahora: el cambio climático y el fenómeno de El Niño, asociado a más lluvias en el centro y norte del país.
Después de tres años seguidos de Niñas (sequía), el sector agrícola apuesta a que las precipitaciones esperadas para la primavera y el verano permitan un buen ciclo para los cultivos gruesos como el maíz y la soja.
Según un algoritmo desarrollado a partir de datos de la red de estaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), hay “una definida tendencia positiva de las precipitaciones en concordancia con la presencia de un Niño”, según lo explicó Cristian Russo, de esa entidad.
Los registros sistematizados y comparables
Un dato alarmante fue que la semana pasada el planeta superó al menos tres veces el récord de temperatura promedio global desde que hay registros sistematizados y comparables.
El promedio global llegó a los 17,18 grados, superando el anterior récord del 14 de agosto de 2016 y claramente por encima de lo considerado como normal, que es una oscilación entre los 15 y los 16 grados.
En Argentina, la comunicadora meteorológica del Servicio Meteorológico Nacional Cindy Fernández, explicó que hay dos factores a tomar en cuenta: el cambio climático, que hace que las temperaturas medias del planeta cada vez sean más elevadas por efecto de los Gases de Efecto Invernadero (GEI) emitidos por los seres humanos -sobre todo por la quema de combustibles fósiles-; y el inminente fenómeno de El Niño, que es cuando el agua del Pacífico se calienta: “Es como una gran hornalla encendida que le agrega calor a la atmósfera y así potencia aún más al calentamiento global”.
Los daños en los ecosistemas
La meteoróloga remarcó que este nivel de temperaturas planetarias es preocupante, pero no sorprendente. “Es una evidencia más del cambio climático que estamos atravesando, con el agravante que este aumento de temperatura significa estar muy cerca de llegar a un exceso de 1,5 grados por encima del promedio de la era pre industrial, el límite a partir del cual los científicos dicen que los daños en los ecosistemas pueden ser irreversibles”, señaló la especialista en diálogo con La Nación.
La especialista insistió en que no es una sorpresa lo que sucede ahora. “Así lo marcan las proyecciones, hacemos poco y nada por revertir la emisión de gases contaminantes y entonces es esperable que esto ocurra ahora. Una cosa más: con un Niño inminente también es esperable que a lo largo de este invierno nuestro se sigan quebrando récords”, precisó.
Además, Fernández explicó que los récords de temperatura promedio global siempre son durante el verano boreal (y el invierno austral) por una cuestión de continentalidad. “El hemisferio sur es todo océano, mientras que el norte es casi todo continente. El agua cambia menos su temperatura que la tierra, que tiene variaciones mayores. Por eso, el promedio global está más influenciado por el hemisferio norte”, afirmó.
De qué se trata El Niño “inminente”
La meteoróloga detalló que, si bien ya están declaradas las condiciones para un Niño, aún no está ocurriendo el fenómeno. “Aunque le decimos El Niño de forma popular, el nombre correcto es ENOS (El Niño Oscilación del Sur), porque su formación depende de dos fenómenos simultáneos: el calentamiento del Pacífico (El Niño propiamente dicho) y la respuesta de la atmósfera ante esto, que es la oscilación del sur”.
La primera de las condiciones ya está ocurriendo, pero todavía falta para la segunda: “Cuando esas dos cosas se acoplan es cuando se declara oficialmente el ENOS, por eso aún no está declarado y hablamos de ‘inminente’ -aseguró. La chance de tener un Niño para la primavera y el verano es muy alta. Este fenómeno en la Argentina, sobre todo en el centro y el norte, significa lluvias muy superiores a las normales”, aseguró.
La advertencia es contundente. «Es esperable que traiga inundaciones y lluvias extremas -dijo-. Saber esto con anticipación nos da tiempo para prepararnos y adaptarnos mejor, tanto a los ciudadanos como a los gobiernos y actores productivos. Esto ayuda a minimizar sus potenciales impactos”, agregó.
Fuente: LA GACETA