Estados Unidos bombardeó instalaciones nucleares en Irán y escala el conflicto en Medio Oriente
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que su país llevó a cabo un ataque aéreo contra tres instalaciones nucleares clave de Irán: Fordow, Natanz e Isfahan. La ofensiva marca una intervención directa de Washington en el conflicto entre Israel e Irán.
«Completamos con éxito el ataque contra las tres instalaciones nucleares de Irán. Fordow fue completamente obliterado», declaró Trump a través de su red Truth Social. Además, afirmó que todos los aviones involucrados ya se encontraban fuera del espacio aéreo iraní y en camino de regreso, al tiempo que felicitó a las fuerzas armadas estadounidenses por la operación.
La acción militar fue ejecutada por bombarderos B-2 Spirit, capaces de transportar bombas GBU-57 Massive Ordnance Penetrator, diseñadas para destruir instalaciones subterráneas. También se utilizaron misiles Tomahawk lanzados desde submarinos. Aunque aún no hay una evaluación oficial de los daños, imágenes satelitales preliminares indican impactos importantes en las instalaciones, especialmente en los accesos a Fordow.
Desde Teherán, el régimen iraní condenó el ataque y anunció que tomará represalias. Afirmó que Estados Unidos «cruzó una línea roja» y acusó a Washington de actuar como cómplice de Israel. El viceministro de Asuntos Exteriores, Saeed Khatibzadeh, advirtió que la intervención estadounidense “desatará un infierno en toda la región”.
A su vez, los rebeldes hutíes de Yemen, aliados de Irán, anunciaron que responderán militarmente si Estados Unidos continúa con sus acciones. «Atacaremos sus barcos y buques de guerra en el Mar Rojo», declaró el portavoz militar del grupo, Yahya Sarea.
Desde Israel, el gobierno de Benjamin Netanyahu celebró la ofensiva estadounidense, calificándola como “un hito estratégico” en la lucha contra el programa nuclear iraní. Fuentes israelíes reconocieron haber presionado diplomáticamente a la Casa Blanca para obtener apoyo activo en las acciones contra objetivos nucleares iraníes.
La comunidad internacional expresó preocupación por el riesgo de una escalada regional. Naciones Unidas y la Unión Europea hicieron llamados a la moderación y al diálogo. En tanto, en Estados Unidos, el ataque generó divisiones políticas: legisladores republicanos elogiaron la decisión de Trump, mientras que sectores demócratas cuestionaron la falta de autorización del Congreso y exigieron explicaciones bajo la Ley de Poderes de Guerra.
Este episodio representa un punto de inflexión en el conflicto de Medio Oriente, y podría desencadenar una nueva fase de enfrentamientos con consecuencias imprevisibles en la región.
