Jaldo se distancia de Milei y endurece su reclamo por la falta de fondos: “Las provincias no pueden esperar el derrame”

Las tensiones entre la Casa Rosada y las provincias se profundizan con el correr de los días. La relación entre Nación y Tucumán no escapa a este escenario: el gobernador Osvaldo Jaldo pasó del acompañamiento inicial a marcar un fuerte contraste con el Gobierno nacional. La principal preocupación: el desfinanciamiento de servicios esenciales como salud, educación y seguridad.
“Podemos discutir lo que quieran, pero ¿con qué atendemos si la Nación no pone un peso?”, lanzó Jaldo en tono de reproche frente al ajuste impulsado por Javier Milei. Aunque Tucumán ha recibido algunos recursos, el gobernador remarca que los fondos son insuficientes para sostener las demandas crecientes.
En el entorno presidencial crece la incertidumbre sobre cómo tratar a los gobernadores “dialoguistas” como Jaldo, en un contexto en el que Milei busca reforzar alianzas legislativas a cambio de apoyo político. Trasciende que podrían girarse más fondos a través de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), aunque desde el Gobierno insisten en que no se negocian votos por recursos.
El panorama financiero tucumano es cada vez más complejo. Un informe oficial revela que, en el primer tramo del año, los recursos por coparticipación cayeron un 12% en términos reales, y la recaudación provincial bajó un 2%. Para enfrentar este escenario, la provincia debió usar más de la mitad del crédito por $80.000 millones solicitado al Banco Macro y consumir el 50% del Fondo Anticíclico, que se había acumulado como colchón desde el inicio de la gestión.
Aun así, Jaldo apuesta a mantener a flote la obra pública y el pago de sueldos estatales sin demoras. “Tenemos que poner el empeño para manejarnos con lo nuestro”, dijo durante una recorrida en Bella Vista, aunque advirtió que “si esperamos por el derrame de las variables macro, ya habrá pasado la gestión”.
La demanda de servicios no da tregua. En salud, la atención en hospitales públicos creció un 25% y obligó a una inversión extra de $15.000 millones. En seguridad, se destinaron $46.500 millones para equipamiento. También se evidencia un traspaso de alumnos de colegios privados a escuelas públicas y de pacientes de obras sociales al sistema estatal.
En el área social, Tucumán sostiene con fondos propios una red de contención que alcanza a más de 540.000 personas, con comedores escolares, tarjetas alimentarias y merenderos comunitarios. La inversión provincial anual supera los $116.000 millones, mientras que la Nación apenas envía $8.000 millones al año para los comedores.
En medio de un año electoral, Jaldo sabe que debe cuidar el equilibrio fiscal, pero también que el ajuste drena apoyo social. Por eso, busca marcar distancia del discurso intransigente de Milei. El mensaje es claro: sin recursos, no hay manera de sostener los servicios ni la gobernabilidad. Y sin gobernabilidad, no hay votos.