Miembros del clan Paradi con prisión domiciliaria y condicional por narcotráfico, fueron detenidos con varios kilos de cocaína
Una serie de procedimientos ejecutados esta semana confirmaron lo que muchos investigadores temían: el Clan Paradi, una de las organizaciones narco más peligrosas del norte argentino, habría retomado sus operaciones a pesar de que varios de sus miembros estaban cumpliendo condenas judiciales.
Cinco allanamientos simultáneos, coordinados por la Dirección General de Drogas Peligrosas (Didrop Sur), permitieron desarticular nuevos puntos de venta de droga en ciudades como Alberdi, Concepción, Monteros, La Cocha y Graneros. En los operativos, se secuestraron más de tres kilos de cocaína, marihuana, celulares y documentación relevante. Entre los detenidos hay tres miembros del clan que ya habían sido condenados en 2021: Juan Alberto, David y Maximiliano Paradi. Dos de ellos cumplían arresto domiciliario, mientras que el tercero gozaba de libertad condicional.
Según detalló el comisario Jorge Nacusse, a cargo de la investigación, la operación fue el resultado de meses de vigilancia e información surgida de denuncias anónimas. “Se constató que en los cinco domicilios allanados había movimientos compatibles con la venta de estupefacientes”, explicó. La fiscalía especializada en narcomenudeo, a cargo de Carlos Sale, autorizó las medidas tras comprobar la actividad ilícita.
Uno de los hallazgos más significativos fue el decomiso de tres panes de cocaína con un peso superior a tres kilos. Para los investigadores, ese cargamento estaba destinado a abastecer múltiples “quioscos” de droga en la región. La sustancia, que suele ser estirada hasta siete veces, podría haber alcanzado un valor de 21 kilos en el mercado ilegal.
La investigación cobra mayor relevancia al relacionarse con un expediente federal que estalló en 2018, cuando autoridades catamarqueñas detectaron que una red tucumana era la principal proveedora de drogas en esa provincia. En ese entonces, una operación conjunta con Gendarmería derivó en la detención de varios miembros del Clan Paradi en Concepción y en el hallazgo de 270 kilos de marihuana enterrados en una finca de Monteagudo. El descubrimiento fue posible gracias a un GPS incautado durante los allanamientos.
Con base en las pruebas recolectadas, los testimonios de pobladores y la declaración de un arrepentido, el fiscal federal Rafael Vehils Ruiz imputó a seis personas bajo la hipótesis de que la banda recibía grandes cargamentos de droga mediante vuelos clandestinos, los almacenaba en zonas rurales y los distribuía en Tucumán, Catamarca, Santiago del Estero y posiblemente Córdoba.
En octubre de 2021, el tribunal federal de Catamarca condenó a Juan Carlos “Bebote” Paradi a nueve años de prisión; su hermano David recibió una pena de ocho, mientras que Maximiliano y su padre Juan Alberto fueron sentenciados a seis años, aunque estos últimos obtuvieron arresto domiciliario.
A pesar de estas condenas, los recientes allanamientos evidencian que al menos parte del clan seguía operando en el sur tucumano. “A uno de los detenidos ya lo habíamos arrestado por primera vez en 2011. Todos tienen antecedentes y podrían enfrentar su tercera condena”, advirtió Nacusse.
También fueron aprehendidos Fabían Gramajo y Ailén Ibáñez, quienes estarían involucrados en la logística y distribución de las sustancias. Para la Didrop Sur, los últimos movimientos no son hechos aislados, sino señales de que la red narco se mantiene activa y muta para sobrevivir a las operaciones judiciales.
Con estos avances, las autoridades esperan que nuevas pruebas permitan desarticular completamente una estructura que, a pesar de los golpes legales, sigue generando una profunda preocupación en el sur provincial.
