Narcomenudeo: la ley impulsada por Osvaldo Jaldo cumple dos años logrando buenos resultados

En el contexto de la lucha contra el narcotráfico, Tucumán ha implementado la Ley de Narcomenudeo, que ha suscitado el interés de diversos actores sociales y políticos en la provincia.

Esta ley, cuya vigencia se conmemora en su segundo aniversario, se diseñó con el objetivo de abordar de manera simultánea tanto la oferta como la demanda de drogas, según lo expresado por el secretario de Política Integral contra las Adicciones, Lucas Haurigot Posse. El funcionario destacó que, durante este período, no solo se ha llevado a cabo una persecución penal, sino que también se ha buscado brindar atención a quienes se encuentran en situación de consumo.

La historia de la Ley de Narcomenudeo en Tucumán es compleja y se remonta a 2015, cuando se presentó el primer proyecto. Sin embargo, este fue suspendido por una medida cautelar de la Corte Suprema de Justicia, a raíz de una solicitud del ministro fiscal Edmundo Jiménez.

A partir de 2019, y bajo la vicegobernación de Osvaldo Jaldo, se intentó nuevamente impulsar una legislación similar, aunque sin resultados concretos.

Fue en 2022, al asumir Jaldo el cargo de gobernador, que se lograron los acuerdos necesarios entre los distintos poderes de la provincia para la implementación de la ley, que finalmente entró en vigencia el 30 de noviembre.

Desde su aplicación, los datos reflejan un esfuerzo constante en la lucha contra el narcomenudeo. En los últimos dos años, se han contabilizado 2.504 detenciones, lo que equivale a un promedio de más de 100 arrestos mensuales.

En particular, 2023 reportó 1.080 detenciones, mientras que en 2024, el número superó los 1.400. Asimismo, el número de procedimientos realizados ha mostrado un aumento significativo, alcanzando 1.731 en 2024, en comparación con los 1.188 del año anterior.

Sin embargo, se observa que menos de un tercio de los procedimientos fueron el resultado de investigaciones judiciales, lo que sugiere que una gran parte de las detenciones se realizó en situaciones de flagrancia o en el marco de investigaciones sobre otros delitos, como robos o violencia de género.

Este aspecto ha sido objeto de debate, especialmente a la luz del fallo Gargiulo, que cuestionó el accionar policial y que podría dar lugar a futuras demandas. En términos de judicialización del narcotráfico, la justicia ha sido activa en la imposición de sanciones. En 2023, se dictaron 95 condenas por comercialización de drogas, y hasta noviembre de 2024, se contabilizaron 136, de las cuales la mayoría son de cumplimiento efectivo. Solo un pequeño número de condenas se otorgó en forma condicional, con un par de casos donde se revocó dicha condicionalidad debido a reincidencias.

El secretario de Lucha contra el Narcotráfico, Jorge Dib, afirmó que la implementación de la ley de narcomenudeo ha tenido un impacto positivo en la seguridad de la provincia, destacando una disminución no solo en los delitos relacionados con las drogas, sino también en el número de homicidios.

Según sus declaraciones, en 2024 se registraron 54 homicidios, lo que representa una reducción significativa con respecto a los 81 del año anterior. Sin embargo, Dib aclaró que la lucha contra el narcomenudeo está lejos de concluir y que se requiere un esfuerzo sostenido para recuperar los barrios afectados.

La estrategia del gobierno provincial ha incluido el fortalecimiento de la red de atención a personas con problemas de adicciones. Antes de la implementación de la ley, Tucumán contaba con seis Centros de Atención Primaria en Adicciones (Cepla) y varias fundaciones dedicadas a la problemática. Actualmente, se han ampliado los servicios y se han creado nuevas instalaciones, como el Cepla Niño y uno recientemente inaugurado en Amaicha del Valle. Además, se han formalizado convenios con múltiples municipios para extender la asistencia a las adicciones. Desde la implementación de la ley, se han recibido 1.474 consultas y se han realizado 8.457 prestaciones en los Cepla, lo que evidencia la necesidad de continuar trabajando en esta área. El enfoque adoptado busca no solo tratar a las personas con adicciones, sino también involucrar a las comunidades en la prevención y contención, fomentando la creación de lazos comunitarios que son fundamentales en la lucha contra el narcotráfico.

En conclusión, la Ley de Narcomenudeo en Tucumán ha generado un marco de acción que ha permitido enfrentar de manera más organizada y efectiva el problema del narcotráfico y sus consecuencias sociales.

No obstante, tanto los funcionarios como los especialistas reconocen que este esfuerzo requiere continuidad y adaptación constante a las dinámicas del delito, así como el fortalecimiento de la red de apoyo a las personas afectadas por las adicciones.