Preocupación en la NASA y Roscosmos por una nueva fuga de aire en la Estación Espacial Internacional
La Estación Espacial Internacional (ISS) enfrenta un problema estructural sin resolver que ha encendido las alarmas en las agencias espaciales de Estados Unidos y Rusia. Según trascendió, una nueva fuga de aire en el módulo ruso Zvezda estaría poniendo en riesgo la habitabilidad de la estación y ha provocado retrasos en las misiones programadas.
La preocupación radica en una filtración de aire que podría haberse agravado en las últimas semanas, según un artículo reciente de CNN. Aunque las fugas en la ISS no son una novedad —en 2019 se detectaron pérdidas de presión en el módulo ruso—, esta nueva situación genera mayor inquietud: los operadores detectaron que la fuga anterior se detuvo repentinamente, lo que podría indicar una acumulación de aire en una cavidad interna del módulo, generando presión en zonas sensibles de la estructura.
Retraso en la misión Ax-4 y hermetismo oficial
El problema obligó a la NASA a retrasar el lanzamiento de la misión privada Axiom 4 (Ax-4), operada por SpaceX y Axiom Space. El despegue finalmente tuvo lugar desde el Centro Espacial Kennedy en Florida, pero tras una demora significativa y sin mayores precisiones técnicas.
El 14 de junio, la NASA emitió un comunicado en el que confirmó su decisión de postergar la misión mientras los ingenieros analizaban el estado del túnel de transferencia del módulo afectado. En cooperación con Roscosmos, se redujo la presión en ese sector de la estación y se continúan realizando evaluaciones para determinar la magnitud del daño.
Silencio desde Roscosmos y dudas a futuro
A pesar de la gravedad potencial del caso, Roscosmos no respondió a las preguntas enviadas por CNN, y la NASA evitó brindar nuevos detalles, delegando cualquier comentario técnico a la agencia rusa. Esta falta de transparencia alimenta el hermetismo y aumenta las incógnitas sobre el verdadero estado de la estación orbital.
Por ahora, no se ha especificado cómo podría afectar esta situación a las futuras operaciones de la ISS. La próxima misión tripulada sigue prevista para julio, pero las agencias espaciales monitorean de cerca la evolución del incidente.
Con más de 20 años en funcionamiento continuo, la Estación Espacial Internacional sigue siendo un símbolo de cooperación internacional y desarrollo científico. No obstante, este episodio pone de relieve los desafíos técnicos y políticos de sostener una infraestructura compleja a más de 400 kilómetros de la Tierra.
