Sedición policial: una semana que terminó complicando a los acusados en el juicio
Testigos identificaron a los revoltosos y revelaron cuál había sido el objetivo de los manifestantes.
Se cerró una nueva semana en el juicio por la sedición policial que derivó en los saqueos de diciembre de 2013. Los testimonios de varias personas no hicieron más que complicar la situación procesal de varios de los imputados. Por primera vez los acusados comenzaron a ser identificados y quedó en claro que los revoltosos tenían un solo objetivo: neutralizar el servicio 911 para generar caos en el Gran San Miguel de Tucumán.
El comisario en actividad Jorge Mastafá fue uno de los testigos claves. En esos tiempos, el funcionario se desempeñaba como segundo jefe de la Guardia Urbana. Como lo hizo su superior Dante Bustamante (que luego sería jefe de Policía) explicó con firmeza cuáles fueron las tareas que realizaron durante esos días. Contó que en un primer momento controlaron el sector de las cuatro avenidas y después, los alrededores del híper Libertad, tal como se había dispuesto en una reunión realizada en la Escuela de Policía.
El representante de la fiscalía de Estado José María Molina le mostró las imágenes de dos personas que se encontraban en la protesta que se realizó en la Jefatura de Policía y que deberían haber estado prestando servicios en la Guardia Urbana. Mastafa no sólo confirmó que eran Omar Vega y Juan Albarracín, sino que se encargó de aclarar que no tenían autorización para estar en el lugar donde se desarrollaba la manifestación. “Si estuvieron allí fue por decisión propia”, sentenció.
También prestó declaración en el debate el actual perito informático del Equipo Científico de Investigación Fiscal Edgar Aranda, que en esos días trabajaba en la Oficina de Delitos Telemáticos de la Policía. El especialista explicó con lujo de detalles los análisis que realizó a los celulares y otros dispositivos que le secuestraron a los acusados. Entre otros datos, marcó las comunicaciones que mantuvieron los revoltosos antes, durante y después de la protesta con sus compañeros y con sus familiares.
Debate
El querellante Molina generó un fuerte debate en medio del juicio. Una discusión que ya había planteado en otras oportunidades, pero siempre perdió. Pidió al especialista que identificara a las personas que aparecían en las imágenes registradas por los medios de comunicación. Los representantes del Ministerio Público Adrián Sollazo, Gerardo Arch y Rafael Heredia Carreño se adhirieron al planteo, pero las defensas la rechazaron. El tribunal, integrado por Gustavo Romagnoli, Fabían Fradejas y Luis Morales Lezica, después de escuchar a todas las partes, aceptó el pedido.
Aranda teminó identificando a Marcelo Norberto López, Víctor Hugo Ruesgas, Luis Alejandro Acosta, Diego Alberto Herrera, Daniel Hugo Narváez, Lucio Marcelino Medina, Andres José Antonio Leguina, Nestor Raúl Salinas, Julio Guillermo Lezcanio, Manuel Eduardo Reynoso y Federico Ordóñez Sanchez. Fue la primera vez que un testigo pudo señalar a tantos acusados.
Confirmación
La última audiencia de la semana tuvo otra declaración clave. Juan José Ricardo Arroyo era un empleado policial que prestaba servicio en el Centro de Monitoreo del 911 en los días que se registró la sedición. Confirmó que los revoltosos ingresaron a la oficina en forma intimidatoria y los obligaron a abandonar sus puestos de trabajo. “Ellos sabían que paralizar el servicio 911 era clave porque la Policía se quedaba sin poder de reacción. Ese era su objetivo, cumplieron su objetivo” “ellos nos obligaron a dejar nuestros puestos de trabajo y apagar los equipos”, indicó.
“Esta semana dejó cuestiones importantes para nuestra acusación, fueron identificados alrededor de 18 imputados, quienes claramente tomaron un rol activo en los hechos ocurridos en el mes de Diciembre de 2013”, finalizó Molina.
Fuente: La Gaceta