Solo 35 senadores renunciaron al aumento: el kirchnerismo evitó pronunciarse

Con excepción del kirchnerismo, un grupo de senadores oficialistas y casi la totalidad de los legisladores “dialoguistas” presentaron su renuncia al nuevo incremento salarial que llevó las dietas a más de 9,5 millones de pesos brutos. El aumento se desprende de la actualización paritaria que acordaron los trabajadores del Congreso, a la cual están atados automáticamente los sueldos de los legisladores.
Según pudo confirmar Noticias Argentinas, apenas 35 de los 72 senadores presentaron la nota formal de renuncia antes del plazo límite fijado para el viernes 13 de junio. La cifra equivale a menos del 50% del cuerpo.
Quiénes renunciaron
La lista incluye representantes de la UCR, el PRO, La Libertad Avanza, y bloques provinciales como Las Provincias Unidas, Por Santa Cruz y el Frente de la Concordia. Entre ellos figuran:
Maximiliano Abad, Bartolomé Abdala, Carmen Álvarez Rivero, Carlos Arce, Ivanna Arrascaeta, Ezequiel Atauche, Vilma Bedia, Pablo Blanco, José María Carambia, Andrea Cristina, Alfredo De Angeli, Carlos Espínola, Flavio Fama, Eduardo Galaretto, Martín Goerling, Victoria Huala, Luis Juez, Mariana Juri, Daniel Kroneberger, Carolina Losada, Martín Lousteau, Stella Maris Olalla, Bruno Olivera Lucero, Juan Carlos Pagotto, Sonia Rojas Decut, Juan Carlos Romero, Mónica Silva, Rodolfo Suárez, Guadalupe Tagliaferri, Edith Terenzi, Mercedes Valenzuela, Alejandra Vigo, Eduardo Vischi, Víctor Zimmermann y Beatriz Ávila.
Entre los dialoguistas que no renunciaron se encuentran Lucila Crexell (Las Provincias Unidas) y Natalia Gadano (Por Santa Cruz), mientras que el formoseño Francisco Paoltroni permanece de licencia sin goce de sueldo.
Silencio en el peronismo
Consultados por NA, integrantes del interbloque peronista —la bancada más numerosa con 34 miembros, encabezada por el senador José Mayans— evitaron dar una respuesta clara. Las evasivas se centraron en el contexto judicial que atraviesa la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien enfrentará una orden de detención el miércoles próximo por su condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua.
Uno de los senadores consultados subrayó que “el sueldo de bolsillo no es lo que dice el Gobierno”, en referencia a las críticas del Poder Ejecutivo contra los ingresos legislativos.
La maniobra de Villarruel
La posibilidad de renunciar al aumento fue habilitada por un decreto de la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien ofreció a los senadores la opción de «adecuar o no» sus dietas tras la última actualización salarial. Esta medida fue interpretada como un intento de desmarcarse del escándalo, luego de que los haberes del Senado se duplicaran sin debate ni votación nominal.
La polémica se originó en abril de 2024, cuando los senadores aprobaron a mano alzada una resolución que ataba sus aumentos a los acuerdos paritarios del personal legislativo. Un incremento previsto en agosto fue congelado hasta diciembre, pero al vencer el plazo, Villarruel firmó una prórroga hasta marzo de 2025.
Sin nuevas medidas al respecto en abril, el aumento se aplicó automáticamente y se reflejó en los haberes de mayo: de 4,5 millones a 9 millones de pesos brutos. La última paritaria llevó el monto a poco más de 9,5 millones.