Caída del consumo masivo en Argentina: los alimentos básicos, en el centro de la crisis

Aunque la actividad económica mostró una suba del 5,7% en febrero, el consumo masivo sigue en caída, afectando especialmente a los sectores medios-bajos y bajos. Según la consultora Scentia, el consumo de alimentos, bebidas y productos de limpieza cayó un 14% en marzo y acumula una baja del 8,5% en el primer trimestre de 2025.
La crisis impacta en la mesa de los argentinos: el consumo de carne vacuna cayó un 5,4% interanual en marzo, acumulando 16 meses consecutivos de descenso. El consumo promedio por habitante bajó a 47,8 kilos anuales, el más bajo en 30 años. Frente al aumento de precios en cortes tradicionales —que treparon entre 32% y 36% en el último mes—, muchos hogares migraron hacia productos más económicos como pollo, cerdo, fideos, polenta o arroz.
La inflación también golpea el poder adquisitivo. En marzo, los precios aumentaron un 3,7%, acumulando un 55,9% interanual. Los rubros más afectados fueron educación (+21,6%) y alimentos (+5,9%).
En contraste, los sectores de mayores ingresos mostraron signos de recuperación: las ventas de autos crecieron un 90% interanual, las motos un 62%, las escrituras inmobiliarias un 94% y los viajes al exterior un 74%.
Los datos de consumo revelan una profunda disparidad social: mientras los sectores más acomodados incrementan la compra de bienes durables y servicios, las clases populares ajustan gastos básicos y adoptan hábitos de consumo más responsables, priorizando alimentos esenciales y reduciendo compras en rubros como bebidas alcohólicas (que cayeron un 10%).
Según especialistas, mientras los salarios no logren recuperar frente a la inflación, el consumo masivo difícilmente repunte en el corto plazo.