Advierten que el sistema tributario argentino profundiza las desigualdades entre provincias

Un informe elaborado por la organización Fundar alertó que Argentina mantiene uno de los sistemas fiscales más desiguales del mundo, con fuertes disparidades entre regiones que impactan directamente en el acceso a derechos básicos como la educación y la salud. Ante este escenario, la entidad propuso avanzar hacia un nuevo modelo tributario “más armónico, federal y coordinado” que permita equilibrar las oportunidades entre las provincias.
“Argentina es uno de los países con mayores disparidades regionales. Vivir en Salta, Santa Cruz o la Ciudad de Buenos Aires es muy diferente. Donde vivís determina si tu escuela tiene laboratorio o suspende clases por falta de gas”, señala el documento.
Actualmente, las provincias son responsables del 72% del gasto en educación y del 43% del gasto en salud, pero con recursos sumamente desiguales. Algunas jurisdicciones pueden autofinanciar hasta el 90% de sus erogaciones, mientras que otras no alcanzan ni el 10%. Esta brecha evidencia, según Fundar, la urgencia de una reforma integral del sistema de coparticipación federal.
Entre las recomendaciones clave, el estudio sugiere:
Crear un nuevo organismo fiscal federal que unifique entidades existentes y coordine de manera efectiva el reparto de recursos.
Redefinir los criterios de distribución de fondos, priorizando la necesidad real de gasto y la capacidad tributaria de cada provincia.
Armonizar los tributos entre niveles de gobierno y consolidar la masa coparticipable, eliminando asignaciones específicas.
El informe también remarca que desde 1992 se firmaron 11 pactos fiscales que nunca se cumplieron, y recuerda que la Constitución Nacional, reformada en 1994, exige un acuerdo unánime de las provincias y una mayoría especial en el Congreso para sancionar una nueva Ley de Coparticipación. Sin embargo, a más de 30 años, el sistema sigue rigiéndose por la ley prorrogada de 1988.
“La política tributaria federal funciona en una situación anacrónica, anómala y anárquica. La falta de actualización de la coparticipación no solo es un obstáculo institucional, sino también un freno al desarrollo equitativo del país”, concluye Fundar.