Canasta escolar: los aumentos llegan a duplicar la inflación
A poco más de un mes del inicio de clases parece haber una grieta entre quienes creen que es demasiado pronto para ocuparse de los útiles y quienes -por el deseo de dejar todo organizado con tiempo o por el afán de ahorrar- eligen hacer ya las compras de útiles. No todos tienen la opción de adelantar sus compras: muchos colegios aun no compartieron con los padres la lista de útiles escolares que incluye varios productos que no se consiguen en librerías, como por ejemplo, rollos de cocina, papel higiénico o curitas, entre otros.
Cualquiera que haya vivido en Argentina sabe que los precios de la canasta escolar van a estar por encima de los de 2022. La inflación anual estuvo cerca del 100% -sólo en diciembre, la canasta básica total medida por Indec tuvo un incremento del 4,5%- y la escalada de precios se dio, especialmente, a partir del tercer trimestre por lo que es esperable un aumento importante.
En 2022 y ya con índices importantes de inflación, la Secretaría de Comercio lanzó un programa de precios cuidados para la Vuelta al cole. Ese fue, justamente, el nombre del programa que incluía 160 artículos entre los que había distintas opciones de los productos de la canasta escolar.
La lista, entonces, comenzaba por los adhesivos (entre $25 y $58). Este año, en una librería los adhesivos cuestan no menos de $120. Y en sitios de compra online se puede conseguir el pack de 6 unidades de segunda marca por $486 ($81 por unidad). Pero en las escuelas no piden cualquier adhesivo. En primer grado de una escuela pública de Ciudad de Buenos Aires, se aclara específicamente que el adhesivo debe ser tipo Voligoma (no en barra ni tipo vinílico).
La lista incluye 6 cuadernos tipo ABC (algo más grandes que un cuaderno A5 y con renglones más espaciados de lo habitual) de 50 hojas y con tapa dura. El precio unitario ronda los $1.000. A eso hay que sumar una cartuchera -cuyo valor en una librería de barrio oscila entre los $3.450 y $6.890- adecuadamente equipada. Es decir, a eso hay que sumar: 2 lápices negros (entre 130 y 450 pesos en una librería de barrio o $20 por unidad comprando una caja de 12 en un mayorista), lápices de colores -cuyo precio promedia los $1.000-, sacapuntas (otro de los productos con precios ultra variables) y goma de borrar (entre $90 y $330, contra los $19 que costaba en el programa Vuelta al cole de 2022).
La lista sigue y la brecha entre los precios mantiene la misma tendencia: muchos productos subieron su valor por encima de la inflación. Madres y padres gastarán unos $15.000 para llenar la mochila con productos de segundas marcas, salvo que tengan la opción de comprar en mayoristas, donde los precios son sustancialmente más bajos. A eso hay que sumar el valor de la mochila, con valores que en raras ocasiones bajan de los $9.000) y de la indumentaria, rubro que tuvo -según Indec– un incremento del 120% en el último año.