Dólar, plazo fijo tradicional o UVA: ¿cuál ganó en 2022 y a cuál apostar en 2023?
El plazo fijo es una de las inversiones más elegidas por los ahorristas en Argentina y, en 2022, tanto el tradicional como el UVA +1 estuvieron entre las opciones que mejor rendimiento ofrecieron, superando incluso al dólar (en sus distintas variantes) como alternativa de cobertura contra la inflación. Este jueves, tras conocerse el dato del índice de precios al consumidor (IPC) de diciembre, el Banco Central (BCRA) decidió mantener sin cambios las tasas de política monetaria (incluida la del plazo fijo tradicional). Tras esta noticia, los inversores se replantean la estrategia: ¿plazo fijo tradicional o plazo fijo UVA? ¿Qué convendrá en este 2023?
Cabe mencionar que, quienes, a comienzos de 2022, colocaron su dinero en un plazo fijo UVA precancelable (ofrece un rendimiento de UVA +1% anual) y al vencimiento lo fueron renovando cada 90 días hasta el 31 de diciembre obtuvieron una ganancia aproximada del 94%, mientras que los que mantuvieron sus pesos en un plazo fijo UVA durante todo 2022 (a 360 días) recibieron un rendimiento del 92,7%.
En tanto, por otro lado, un plazo fijo tradicional dio un nivel de ganancias de entre el 78% y el 80% anual (teniendo en cuenta la Tasa Efectiva Anual, TEA). Y el dólar registró en 2022 un aumento en su cotización del 72,5% en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC), del 70,5% en las distintas versiones financieras y del 66,4% en el blue ($138 en el año).
Plazo fijo UVA vs tradicional: así fue la dinámica en 2022
“Lo que pasa es que los plazos fijos UVA actualizan por el Índice de Precios al Consumidor (IPC) y, en el segundo semestre se mantuvo muy alto, entre 6 y 7% mensual, con lo cual superó al plazo fijo tradicional”, explica respecto de estos rendimientos el experto en inversiones Marcelo Bastante a Ámbito.
Y agrega que, si bien el BCRA, para morigerar los efectos de la suba del índice de precios, fue subiendo progresivamente las tasas de interés, esos movimientos del regulador siempre eran a posteriori, con lo cual básicamente la inflación le ganaba a la tasa de plazo fijo, pues corría de atrás
Los fuertes rendimientos que garantizaron durante 2022 hicieron que el stock total de plazo fijo UVA del sector privado registrara un aumento del 114,9%, al pasar de los $164.093 millones de pesos del 3 de enero a los $352.660 millones a finales de año (incluye a los depósitos que hay que mantener inmovilizados hasta su vencimiento y loa pre cancelables).
Al analizar la evolución según el tipo de plazo fijo UVA se destaca que, en el caso de los depósitos no precancelables, el stock comenzó el año en $104.618 millones y culminó en 150.672 millones, después de haber tocado un pico de $209.293 millones a finales de julio, por lo que cerró el año con un alza del 44%. En tanto, en el caso de los de cancelación anticipada, pasó de $59.475 millones a $201.988 millones en el año, con un aumento del 239,6%.
Sin dudas, la Comunicación “A” 7585 del BCRA, que obligó a las entidades financieras a ofrecer la opción de hacer un plazo fijo UVA a los ahorristas por todos los canales (en sucursales y las plataformas electrónicas), fue clave para este desarrollo, dado que, hacia agosto del año pasado, algunos bancos habían dejado de aceptar estos depósitos.
Tal como lo indica el economista Christian Buteler, durante la mayor parte del año 2022, en el promedio del año, el plazo fijo UVA le ganó al tradicional. Pero, en noviembre y diciembre, este tuvo su revancha porque, mientras la inflación se ubicó en el 4,9% y el 5,1% respectivamente, la tasa del instrumento estuvo en el 6,25%. Así, el plazo fijo, rindió más que el UVA esos dos meses.
Plazo fijo tradicional vs. UVA: ¿qué hacer este año?
Con estos antecedentes en mente, ¿qué pasará en 2023? Bastante vaticina que, “para 2023, la expectativa es que la inflación no crezca”. Señala que la apuesta del Gobierno es lograr una reducción, mientras que el pronóstico de los economistas es que se mantenga en los valores de 2022, o bien que se reduzca levemente. De hecho, mientras la estimación oficial es que estará en el 60%, el último pronóstico de inflación para este año, según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), es del 98,4%.
Y, teniendo en cuenta que el IPC de diciembre regirá el rendimiento de quienes decidan colocar un UVA en el próximo mes, teniendo en cuenta que el plazo fijo tradicional tiene rendimientos reales positivos superiores al 1% respecto de la inflación, el tradicional aparece como una opción más rentable por ahora, al menos con la tasa actual y el nivel de inflación en torno a estos valores del 5%.
En palabras de Buteler, “el plazo fijo UVA precancelable ofrece buena cobertura sea cual sea la inflación porque rinde siempre 1% más, pero lo que estamos viendo ahora es que la tasa de un plazo fijo tradicional rinde más que un UVA”. Y explica que esto de mantendrá así mientras el BCRA mantenga esta línea de pagar tasas reales positivas. “Si sucede eso, en 2023, va a convenir hacer un plazo fijo tradicional”, afirma.
Sin embargo, explica que esto se da porque parece haber empezado un tibio proceso de reducción de la inflación y la tasa quedó por arriba. Si bien no cree que sea muy abrupta esta caída, no descarta que se sostenga y, en esa circunstancia, anticipa que, “el cambio en la tendencia, con una tasa del plazo fijo tradicional en estos niveles, hará que sea mejor alternativa de inversión que el UVA” mientras se mantenga este proceso de desaceleración en la inflación.
En igual sentido, Javier Marcus, gerente de Negocios y Relaciones Internacionales en Southern Trust, señala que, “en estos momentos, hay apetito por tasa fija versus UVA porque se espera una baja en la inflación”. Explica que, a mediano plazo, para inversores minoristas, es una muy buena herramienta de cobertura. Sin, embargo, aclara que, si la inflación no sede, “el plazo fijo UVA es una excelente herramienta en un contexto de suba de precios”.
¿Qué pasará con el dólar en 2023?
Y, finalmente, ¿qué pasa con el dólar? En cuanto a la moneda estadounidense, suele ser el refugio favorito de muchos argentinos, pero el año pasado, no le fue tan bien y, según señala Bastante, “desde la asunción del equipo económico hasta noviembre, se observó un aumento del ritmo devaluatorio mensual del oficial, que llegó al 7%, aunque, en el último mes y medio bajó al 5%”. El analista considera que, si no aumenta el ritmo devaluatorio mensual, tampoco dejará escapar los dólares financieros.
De hecho, en 2022, el oficial se apreció un 72%, mientras que el MEP lo hizo en un 68%. En un año electoral como este, la búsqueda de cobertura en el dólar suele hacerse más fuerte, pero todo indicaría que el Gobierno va a buscar mantener acotada la brecha y los tipos de cambio, por lo que habrá que ver cómo continúe esa tendencia para determinar si, más hacia adelante, el dólar como inversión recupera atractivo o no frente a los instrumentos en pesos.