Javier Timerman advirtió que la ayuda de Estados Unidos a la Argentina es “un salvavidas temporal” que exige cambios rápidos en la política económica

El economista Javier Timerman analizó la reciente asistencia financiera del Tesoro de Estados Unidos a la Argentina y advirtió que, si bien representa un respaldo importante, se trata de un “salvavidas” temporal que obliga al Gobierno a actuar con rapidez para evitar nuevas crisis de financiamiento.
En diálogo con Radio Rivadavia, Timerman explicó que el apoyo norteamericano se centra en resolver un problema de liquidez, bajo la premisa de que la Argentina es solvente, pero enfrenta dificultades transitorias de acceso a divisas.
“Hay una diferencia clara entre liquidez y solvencia. Solvencia es cuando un país no está capacitado para pagar. Liquidez significa que voy por el camino correcto, pero me quedé temporariamente sin plata”, precisó el economista.
Según Timerman, el mensaje del Tesoro norteamericano —transmitido a través de declaraciones y publicaciones oficiales— no sólo implica un respaldo financiero, sino también una validación política del rumbo actual.
“Considera que esta política, con estos interlocutores, es lo que la Argentina necesita”, afirmó.
Sin embargo, advirtió que el Gobierno debe aprovechar este apoyo para atraer inversiones privadas que refuercen la estabilidad alcanzada.
“Un salvavidas con vencimiento”
El especialista recordó que los antecedentes de la historia económica argentina muestran que este tipo de asistencias no suelen prolongarse en el tiempo.
“Cuando vos estás hablando de este tipo de ayudas, tenés que pensar que las cosas tienen que cambiar de alguna manera para que no terminen siendo algo que en seis meses te obligue a pedir otra ayuda”, alertó.
Timerman subrayó que los problemas estructurales de productividad y generación de divisas siguen sin resolverse.
“Tu política económica no generó los dólares, no los va a generar. Tenés un problema de productividad grande en la economía argentina”, sostuvo, recordando que el país registró cuatro defaults en las últimas dos décadas.
En ese marco, advirtió que la confianza de los mercados y de los aliados internacionales “solo se mantiene si hay señales concretas de cambio”, especialmente cuando “Estados Unidos es un aliado que hoy está, mañana no está”.
La urgencia de actuar después de las elecciones
De cara al escenario poselectoral, Timerman consideró que la asistencia del Tesoro norteamericano le otorga al Gobierno más tiempo, pero también mayor responsabilidad.
“El apoyo americano te da más margen para diseñar con tranquilidad una política que tiene que cambiar”, señaló.
En ese sentido, enfatizó que la Argentina deberá reaccionar rápidamente tras los comicios del 26 de octubre.
“Así como el Tesoro dijo ‘yo voy a actuar rápido’, Argentina también tiene que actuar rápido, y la única forma de hacerlo es hacer tu moneda un poco más competitiva”, expresó, en alusión a una eventual corrección del tipo de cambio.
Finalmente, el economista mostró escepticismo respecto del actual esquema de bandas cambiarias.
“La política del Fondo es contraria a mantener este tipo de bandas cuando no se acumulan reservas”, indicó, al tiempo que advirtió que las intervenciones cambiarias actuales parecen ser “una medida temporaria y preelectoral”, más que una estrategia sostenible a largo plazo.