La inflación y el dólar siguen desvelando a Massa, igual que hace un año
Las fluctuaciones de la actividad económica son cada vez más prolongadas y el país se encaminó hacia una estanflación.
Los balances son inevitables. Y más cuando está en juego el presente y el futuro de los argentinos. Hace 12 meses, la Argentina enfrentaba la enésima crisis por falta de credibilidad debido a los desequilibrios macroeconómicos que arrastra desde hace décadas. Las fluctuaciones de la actividad son cada vez más prolongadas y el país, más allá de los conductores del área económico, se encaminó hacia una estanflación, es decir, a un estancamiento con elevada inflación. Sergio Massa agarró una brasa en una gestión, presidida por Alberto Fernández, que prácticamente se encontraba en control remoto y, como el Titanic, se dirigía hacia el iceberg de la incertidumbre. Para asumir el cargo, el líder del Partido Renovador pidió un pleno control de la economía; esto es, que ni el jefe de Estado ni la vicepresidente, Cristina Fernández de Kirchner tuvieran tanta injerencia en las decisiones de política económica. En el camino, debía detener una de las tantas corridas cambiarias que atentaron, atentan y siguen atentando contra las reservas internacionales del Banco Central. En este tiempo, el dólar oficial se movió a razón del 110,3%; el Contado con Liquidación lo hizo cercano al 100%; el “blue” se expandió un 96%, mientras que el MEP se movió en torno del 83% interanual.
¿Qué pasará con el dólar? Analizando los precios del dólar futuro (Rofex) y las estimaciones de inflación de la última publicación del Relevamiento de Expectativas del Mercado (junio 2023 – BCRA), es posible inferir que el mercado está anticipando tanto una mejora importante del Tipo de Cambio Real (TCR) como algún plan de estabilización para 2024, estima el economista del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral), Gustavo Reyes. De acuerdo a esta información, entre julio y diciembre del 2023, el TCR podría mejorar un 28% y durante todo el 2024, subir un 12% adicional. Respecto de la inflación, la última publicación del REM mostró inflaciones mensuales esperadas muy similares a las actuales hasta fin de 2023. No obstante, para 2024 dicha encuesta exhibe una marcada diferencia entre las inflaciones esperadas de la primera y segunda parte del año: 67% de inflación entre diciembre 2023 y junio del año que viene y 23% entre junio y diciembre de 2024, puntualiza el economista.
Los precios para arriba
Hace un año, Massa asumió como ministro de Economía de la Nación, con el objetivo principal de controlar la inflación que, en ese mes, fue de 7,4% mensual y 71% anual. Doce meses después, se conoció la inflación de junio de este año: 6% mensual y 115,6% anual, siguiendo con seis meses de registros de tres dígitos y marcando récords desde la hiperinflación en 1992, según señala un reporte del Centro de Estudios para la Recuperación Argentina de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Asimismo, es el primer mes en más de 30 años que todos los rubros principales del IPC aumentaron más que el 100% anual.
En el cierre del primer año de Massa como ministro, el rubro con el mayor aumento fue Restaurantes y Hoteles, con un incremento del 134,7% anual, seguido por Equipamiento y Mantenimiento del Hogar (122,3%) e Indumentaria y Calzado (121,4%). En cambio, el menor aumento se dio en el rubro de Transporte, que creció un 100,5%; lo siguieron Salud (104,7%) y Comunicaciones (106,2%), puntualiza el informe al que accedió LA GACETA. En detalle, el subrubro con el mayor incremento anual fue Verduras, que creció un 162,4% respecto al año anterior, seguido por Electricidad y Gas (161,6%), aunque con subas también altas en Frutas (154,5%) y Azúcar y Golosinas (151,6%). En cambio, los subrubros con las subas más bajas fueron Combustibles (73,5%), Alquileres (74,7%), y Carnes (85,5%).
Los servicios crecieron menos que los bienes (114,8% contra 115,7%) en junio, con heterogeneidad dentro del segmento: el servicio con el mayor aumento fue electricidad, gas, y otros servicios públicos (161,6%), seguido de restaurantes y comidas fuera del hogar (132,4%), mientras que el menor aumento anual se dio en alquileres y costo de la vivienda (82,2%), con registros bajos también en prepagas (93,8%), y aumentos intermedios en vivienda, transporte público, comunicaciones, y servicios recreativos. En cuanto a los bienes, el máximo aumento se observó en diarios, revistas, libros, y papelería (140,5%), seguido por calzado (126,0%) e indumentaria (122,9%), además de aumentos significativos en alimentos y bebidas, bebidas alcohólicas y tabaco, y aumentos más moderados en el resto de los bienes.
Mirando productos específicos, el mayor aumento se dio en el kilo de batata, que creció un 419,0% anual, seguido por el kilo de azúcar (362,0%). Otros incrementos elevados se observaron en el kilo de banana (292,3%), el kilo de papa (262,2%), el zapallo (226,3%), y la manzana (214,3%). Por encima de la media estuvieron las subas en pan, harinas, galletitas, arroz, fideos, embutidos, aceite, lácteos, otras frutas, otras verduras, bebidas alcohólicas, bebidas sin alcohol, y productos de cuidado personal. En tanto, las menores subas se dieron en el kilo de asado (67,9%) – los cortes de carne aumentaron, en promedio, un 73,4% anual -, tomate (68,6%), detergente (85,6%), y el kilo de cebolla (88,0%), con aumentos inferiores al 100% también en pollo, shampoo, y desodorante, detalla el centro que depende de la UBA.
“En el doceavo mes de Massa como ministro, la canasta básica alimentaria aumentó un 124% anual, mientras que la canasta básica total creció un 123% – de modo que el piso de subsistencia creció más rápido que el índice promedio de precios”, finaliza.
En suma, durante este año de gestión el ministro de Economía y precandidato presidencial de Unión por la Patria trató de evitar que la economía nacional vuele por los aires. Arribó a un entendimiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI), mientras raspa la olla hasta que los dólares del prestamista de última instancia gire a la Argentina los fondos prometidos. Massa se ha convertido en un comprador de tiempo. Así llega a las presidenciales.
Por Marcelo Aguaysol