El juego del FMI…
Para ese tiempo deberían estar ya ingresando los dólares sojeros y mostrar una evolución inflacionaria bajo cierto control.
Con índices redondeando el campo de los dos dígitos. Si todo esto se diera, creen en el Gobierno que será el tiempo de comenzar a mostrar resultados, y recién ahí reiniciar la relación con los diputados, senadores, gobernadores y políticos varios. «Pero en ganador», como se le escuchó decir al presidente en tierras santas.
Hasta ese momento, en cuanto a lo fiscal habrá problemas para las provincias. Milei y Caputo insisten ante quien quiera oírlos, que en enero hubo una contracción importante en el giro de fondos a los gobernadores, pero que estos continuaron fluyendo, pese a la promesa del presidente de cortar con los envíos fuera de lo presupuestado y coparticipado.
Según los datos publicados por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) que dirige Nadín Argañaraz, en enero, las transferencias totales automáticas a provincias y CABA habrían terminado cayendo un 11% real interanual, registrando el menor valor real para enero de los últimos nueve años.
Esto quiere decir que, si bien se aplicó en el primer mes del año un ajuste en las transferencias automáticas, éstas continuaron existiendo. Para el informe, en enero de 2024 el Gobierno nacional envió al consolidado de provincias más CABA $2.290.000 millones ($2,29 billones) en concepto de coparticipación, leyes complementarias y compensaciones. Descontando el proceso inflacionario del período (inflación mensual del 20% en enero), esto se traduciría en una caída real del 11,1%. Respecto a la estimación realizada por IARAF con datos al día 29 del mes, la diferencia es de 1,1 puntos porcentuales.
Esta caída es explicada principalmente por el mal desempeño en la recaudación del impuesto a las Ganancias (-39% real interanual). La recaudación de IVA, luego de la caída de diciembre, volvió a crecer en términos interanuales, con un incremento del 15% real.
Teniendo una perspectiva de los últimos nueve años, el monto de las transferencias automáticas reales totales de enero, de confirmarse la inflación supuesta del 20% mensual, sería el peor enero de los últimos nueve años.
Para peor, menciona también el trabajo de IARAF, no le fue mejor a las provincias en cuanto a la obligatoria coparticipación. En este ítem, en enero pasado el Gobierno nacional envió al consolidado de provincias más CABA $2.193.000 millones ($2,193 billones) frente a $676.000 millones enviados durante igual período del año anterior.
Es decir, se observó una variación nominal del 224%. Descontando el proceso inflacionario del período, esto se traduciría en una caída real del orden del 8%. Con mayores pérdidas en la provincia de Buenos Aires y menores en la Ciudad de Buenos Aires.
En síntesis, en el primer mes de gestión completa de Milei, las provincias perdieron 8% de ingresos por coparticipación, y 15% en cuanto a las transferencias automáticas. Pensar en qué sucedería si además estas últimas desaparecieran, anticipa el pánico de los gobernadores. Si Milei decidiera ahora congelar hasta nuevo aviso estos envíos, las provincias como un todo deberían aplicar un ajuste fenomenal cercano al 2% del PBI anualizado, lo que implicaría un ajuste de las mismas dimensiones en las administraciones provinciales.
Si se tiene en cuenta que la promesa firmada ante el FMI es de un ajuste total de 5% de las cuentas públicas nacionales, las provincias deberían ejecutar casi el 45% de ese gasto. Es la venganza que Milei tiene preparada para el caso que decidiera llevar el desierto fiscal de transferencias automáticas a las provincias de febrero y marzo más allá en el tiempo. Salvo, obviamente, que los gobernadores quieran negociar.